La competencia por la captación de cargas entre los puertos ultramarinos de Buenos Aires y Montevideo también se jugará en las terminales de Rosario. Si bien la licitación por el manejo del puerto local aún tiene por delante ganar el interés de la comunidad portuaria, los negocios conexos que generarían las cargas generales que saldrían por las terminales de Rosario, sobre todo una vez privatizadas, ya atraen a los operadores.
El puerto de Montevideo, en el que operan las terminales de Barcelona, tiene en carpeta desde hace tiempo iniciar un tráfico regular de porta contenedores chicos por el río Paraná entre Montevideo y Rosario, para que las embarcaciones recolecten las cargas producidas en la zona, que actualmente se exportan por Buenos Aires, y las lleven a las terminales uruguayas, por donde saldrían al mar.
Los operadores de Montevideo -que apuntan a ganar cargas del sector de agroalimentos, sobre todo del frutihortícola, frigorífico y lácteo, que hoy salen por Buenos Aires- ya iniciaron los primeros sondeos con empresas de la región como Swift, Arcor, Milkaut y Sancor. Los uruguayos aseguran que sus terminales, sobre todo por ser puerto franco (libre de aranceles a la exportación e importación), ofrecen precios más competitivos que Buenos Aires por servicios de primera línea.
Además, resaltan los menores costos en fletes que tendrían empresas como el frigorífico Swift -que en la actualidad transporta su producción por camión hasta Buenos Aires dónde llenan 120 contenedores por mes- si sacaran su producción por el puerto Rosario y la llevaran por el río Paraná hasta Montevideo. También ofrecen una conexión directa con Europa a través del puerto de Barcelona, que mueve un millón y medio de contenedores por año, como plataforma de distribución de las cargas por el mar Mediterráneo, y a su Zona de Actividades Logísticas (ZAL) como puente de conexión con el resto de Europa.
No obstante, los operadores de las terminales de la capital uruguaya no avanzan en las negociaciones por la crisis del puerto local, y aseguran que la falta de seguridad jurídica, las marchas y contramarchas del proceso licitatorio, los problemas laborales, la escasa infraestructura (no hay playa y grúa para contenedores) y los pocos servicios que ofrecen las terminales rosarinas detienen sus negocios en la ciudad.
Desde hace cuatro años, el puerto de Montevideo está manejado por un ente mixto integrado por capitales privados y públicos. Barcelona es uno de sus operadores, pero además, su brazo técnico en América del sur, el Instituto de Logística Iberoamericana (ILI), provee servicios de capacitación al personal portuario en logística, logística integral, e-commerce, y manejo de autoelevadores y grúas. Precisamente, su titular -Ricardo Petrissans- encabezó hace un par de meses una visita de representantes del puerto montevideano a la Bolsa de Comercio de Rosario para explicar sus planes.
Un viejo proyecto
Barcelona compitió en 1998 por la licitación del puerto de Rosario, pero esta vez los catalanes no parecen estar decididos a participar en la privatización de las terminales locales. No obstante, Barcelona sí parece interesada en hacer negocios con los futuros operadores del puerto de Rosario.
"La operación de recolectar cargas en Rosario está en estado preliminar, y es parte de la competencia por cargas en el Río de la Plata. Está competencia hoy es muy dura, y de ambos márgenes del río cada terminal portuaria se mueve constantemente para captar nuevas cargas y aumentar su actividad", comentó Petrissans a este medio desde su oficina en Montevideo. El titular del ILI resaltó que "como la situación del puerto de Rosario no está clara, las gestiones están un poco paradas porque es difícil armar una estrategia y plantear un negocio con tanta incertidumbre jurídica, política y laboral". En ese marco, Petrissans aclaró que "hasta que las reglas no estén definidas, es difícil que haya algún avance concreto".
El proyecto uruguayo de recolectar la producción que se genera en la zona no es nuevo. La empresa naviera china Cosco había puesto una embarcación porta contenedores chica (feeder) desde poco antes y durante los primeros meses de la fallida gestión de los filipinos de Ictsi en el puerto local para llevar a Montevideo cargas generadas de la zona, desde donde luego las exportaban al sudeste asiático. Otro operador que había acordado con Ictsi, la firma Vessel, también había puesto un feeder que unía Rosario con Buenos Aires, aunque su operatoria no duró mucho.
"Más allá de los problemas, las deficiencias de infraestructura y la incertidumbre económica y jurídica que genera todo lo relacionado con la licitación del puerto de Rosario, hay un dato de fondo que no puede obviarse: la zona tiene un lugar importante en el mapa portuario del Mercosur porque puede llegar a concentrar la salida de gran parte de las cargas no sólo de los productos de la región (incluyendo a Córdoba) sino de los que se generan en el norte del país", remató Petrissans.