"La representación de los escritores argentinos está depositada en una organización que no nos representa desde hace décadas, y que es repudiada o ignorada por la mayoría de los escritores en actividad: la Sade. Una institución que -respetando a la mayoría de sus socios, ajenos por completo a cualquier actividad societaria-, está dominada por una estructura de caciquismo o punterismo político que mantiene arteramente el control de los actos eleccionarios y las asambleas. Los métodos: 1) El fraude liso y llano. 2) Seccionales con las que negocian (acuerdos que después no cumplen) y que ponen en las urnas una cantidad de votos sin relación alguna con la vida de la entidad. 3) Hace dos años que vienen aprobando las memorias y balances con mociones de orden por el voto a libro cerrado, apoyándose en el voto de afiliados (?) que sólo ese día aparecen en la entidad. Ahora bien: ¿por qué esta institución es la representante del escritor argentino? Porque los otros escritores -los que peleamos adentro y no queremos esperar tres años y tres años para ver que el aparato se impone; y los que nunca estuvieron adentro- los dejamos. Y ahora decimos basta, se acabó. La Sade no es la representante de los escritores, apenas es la representante de sí misma, o de los 150 votantes que tuvo la actual comisión en Capital, ya que el divorcio con las provincias es casi total". (de un informe de la Comisión Directiva Provisoria de SEA)
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