"A los políticos no los veo creíbles. No me llegan a convencer con sus promesas. Lo que hacen es más para beneficio propio que para la gente. Piensan en el status económico de ellos que para servir, como realmente debería ser". A Juan Pablo no le gusta demasiado inmiscuirse en la vida política. Tal vez para no desprender de su interior sus pensamientos críticos. Pero no se amilana ante la consulta y sale al rodeo a marcar de la misma forma en que lo hace en la cancha, de frente y con fuerza.
-¿Qué sensación te dejó la renuncia de Chacho Alvarez tras las denuncias que hizo por coimas en el Senado?
-Mala. Creo que se debería haber quedado y seguir luchando desde el lugar que ocupaba. Tenía suficiente poder para actuar. Creo que es así, pero como es el poder en ese nivel es muy difícil que lleguemos a comprender lo que sucede.
-Sobre las coimas el juez no dictó ninguna sentencia por falta de pruebas, ¿creés que todo se tapa en este país?
-Seguro. No debería, pero eso sucede al igual que en otros países. Pero acá es muy notorio.
-¿Qué imagen tenés de Fernando De la Rúa?
-Es un tipo serio al que se le hace difícil, a veces, gobernar. Intenta todo, pero no puede porque los que están alrededor de él o la oposición siempre quieren intentar sacar tajada. La idea parece ser "tumbo a De la Rúa para subir yo".
-¿Y de Menem?
-Creo que es un político con gran carisma. La gente comenta eso. Es un tipo vivo. No sé si hizo un mal o buen gobierno, eso se irá a ver dentro de unos años. Creo que se vendió mucho y con ese dinero mantuvo el país. Ahora nos quedamos sin nada. No sé si hizo bien o no, pero todos los servicios públicos que antes eran nuestros ahora son de otros. Los servicios telefónicos, YPF, nada es nuestro. Ingresó plata, pero los problemas siguen existiendo. ¿Cómo se explica eso?
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La Ciudad
