Un terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter sacudió ayer gran parte de la India y el sur de Pakistán y causó la muerte de al menos cuatro mil personas, más de cinco mil desaparecidos y 3.500 heridos, según informes de medios indios.
Se teme que el balance de víctimas mortales aumente a medida que se vaya conociendo la situación en zonas que han quedado incomunicadas por cortes en las líneas telefónicas. Las autoridades locales han informado hasta ahora sobre al menos dos mil víctimas fatales.
Todas las víctimas del sismo se produjeron en el Estado de Gujarat, en el oeste del país. Las autoridades de esa provincia pidieron recientemente a la población que se asegurara de que sus viviendas fueran antisísmicas. Sin embargo, la mayoría carece del dinero necesario para ello.
En tanto, los presidentes de Alemania y Estados Unidos, Johannes Rau y George W.Bush, respectivamente, ofrecieron sus condolencias y ayuda a la India.
"Los terremotos no conocen fronteras políticas", dijo Bush en referencia a la rivalidad existente entre India y Pakistán, que también sufrió las consecuencias del sismo. "También le envío mis condolencias a los afectados en la vecina Pakistán", agregó el presidente estadounidense.
Por su parte, el mandatario alemán aseguró a su colega indio Kocheril Raman Narayanan que "Alemania se mantendrá solidario en esta difícil situación".
El terremoto se produjo a las 8.48 hora local (al filo de la medianoche de anteayer, hora de la Argentina), poco antes de comenzar en la capital Nueva Delhi un desfile con ocasión del día de fiesta nacional en el que la India conmemora el 51 aniversario de su independencia.
La actividad festiva no fue cancelada y los expertos aseguran que esta decisión fue acertada, ya que si no se habría desatado el pánico entre los telespectadores.
El distrito de Kucht, en el que se registró el epicentro del sismo, fue el más afectado. Unas 200 personas murieron en esa zona.
Critican al gobierno
En la ciudad de Ahmedabad, con tres millones de habitantes la mayor del Estado, al menos 250 personas perdieron la vida al desplomarse varios edificios, informó el canal de televisión Star News. Funcionarios del gobierno de la ciudad, señalaron que podría haber muchos más cadáveres bajo los escombros de al menos 50 edificios que se derrumbaron.
Habitantes de la ciudad se quejaron de que no llegara ningún equipo de rescate hasta cinco horas después de la tragedia, y de que incluso cuando llegó asistencia de este tipo sólo contaba con un bulldozer para toda la zona.
Más de dos mil personas ingresaron además en varios hospitales del estado de Gujarat para recibir tratamiento por lesiones sufridas durante el terremoto, y muchas personas más tuvieron que ser atendidas al aire libre por falta de espacio. Médicos militares fueron trasladados a las zonas afectadas con medicamentos y equipos de salvamento. En todo el Estado se registraron cortes generalizados de las comunicaciones, la electricidad y el agua, y se produjo además una fuga de gasolina de una tubería.
Por otra parte, en el sur de Pakistán, cuatro personas fallecieron, al menos tres de ellas niños, según informaron fuentes hospitalarias y equipos de rescate.
El líder militar que controla el poder en Pakistán, general Pervez Musharraf, expresó ayer su pesar y su dolor por el trágico balance del sismo en la vecina India.
En un mensaje dirigido al primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, Musharraf señaló que su gobierno y el pueblo de Pakistán comparten el dolor de las familias afectadas.
Los habitantes de Karachi advirtieron que se había producido grietas en edificios, así como ventanas rotas.