Santiago. - Mientras el juez Juan Guzmán Tapia estudia si procesa o sobresee por demencia vascular a Augusto Pinochet, un ex general retirado reveló por primera vez los escabrosos procedimientos que utilizaba la Caravana de la Muerte para asesinar a prisioneros. "El general Pinochet tiene que haber estado informado de todo, porque es imposible, con los medios que había, que no lo estuviera", afirmó el ex comandante de la Primera División de Antofagasta Joaquín Lagos. En tanto, Pinochet fue internado de urgencia ayer al mediodía en el Hospital Militar de Santiago por un "episodio isquémico transitorio" (falta de irrigación al cerebro) con una "discreta pérdida de fuerzas en el lado izquierdo del cuerpo", según informó en un comunicado el centro asistencial. Fuentes cercanas al ex dictador afirmaban que el militar retirado había sufrido un "infarto cerebral" (ver aparte). El ex jefe del destacamento militar de Antofagasta, de 80 años, salió al pasó de las afirmaciones de Pinochet, quien deslindó su responsabilidad en las acciones de la Caravana de la Muerte. La caravana, encabezada por el procesado ex general Sergio Arellano, dejó 75 ejecutados sumariamente en su paso por diversas ciudades del país. El general Lagos responsabilizó tanto a Arellano como a Pinochet por las ejecuciones. El militar expresó que ante la forma como dejaron los cuerpos de los ejecutados "me daba una vergüenza verlos. Si estaban hechos pedazos. No eran cuerpos humanos. De manera que yo quería armarlos, por lo menos dejarlos en una forma decente, más o menos. Les sacaban los ojos con los corvos (largos cuchillos acerados), les quebraban las mandíbulas, les quebraban las piernas... Al final les daban el golpe de gracia. Se ensañaron". Lagos dijo que Pinochet le ordenó que confeccionara una sola lista con las ejecuciones de la Caravana de la Muerte y los condenados por consejos de guerra, "por lo cual yo pasaba a ser responsable de todos los crímenes que se cometieron en mi jurisdicción". En su declaración el martes ante el juez Juan Guzmán, Pinochet negó que 53 ejecutados en la Primera División, que comandaba el general Lagos, hubieran sido muertos por su orden y que la responsabilidad era de los comandantes locales. Hubo también en la región 10 ejecutados por disposición de tribunales de guerra. Lagos manifestó que, por la forma brutal como se comportó la comitiva encabezaba por Arellano, "me sentí con dolor, con impotencia, con rabia, con todo lo que usted se imagina ante un hecho de esta naturaleza que hicieron en mi zona jurisdiccional y a mis espaldas". La situación penal de Pinochet es estudiada por el juez Guzmán que debe resolver si lo sobresee en caso de que acoja el diagnóstico de demencia vascular moderada que dieron los especialistas.
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