Padro Squillaci
Los rosarinos sufren sensaciones térmicas de más de 40 grados, a la noche la temperatura no baja de los 25 grados, se anuncian alertas meteorológicos con una inusitada frecuencia y encima la frase cada dos por tres llueve se cumple a rajatabla, ya que las precipitaciones son más reiteradas y más intensas. "Rosario vive el efecto de la tropicalización, por lo que se espera que en los próximos cien años habrá más lluvias y más calor que el que observamos ahora", pronosticó el investigador del Conicet y asesor científico del Observatorio Astronómico Municipal, Rubén Piacentini. Este fenómeno tiene varias explicaciones. Pero hay una que se superpone a las demás, y es la acción del hombre en la Tierra. "En los registros históricos Rosario tiene un incremento paulatino de la temperatura. Y es porque las ciudades más urbanizadas, que alcanzan o superan el millón de habitantes, están consumiendo cada vez más energía y eso se transforma en un calentamiento de la ciudad conocido como islas de calor", explicó Piacentini. Según el físico, las islas de calor se originan "por la combustión producida por todo lo que sea motores de vehículos y equipos de aire acondicionado. Estos últimos enfrían en un lugar pero liberan calor en otro ambiente". La urbanización es un factor determinante en este tema, ya que en una ciudad pequeña este calor es rápidamente transferido por los vientos y la forestación. El calor excesivo en esta región tiene otra explicación que va adosada al recalentamiento global del planeta producida por el efecto invernadero (ver aparte). Según datos suministrados por el Centro Nacional Patagónico del Conicet, se prevé que en la Pampa Húmeda habrá un aumento promedio de temperatura en los próximos cien años que oscilará entre los 0,6 y 2 grados. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas dice que en la Tierra será entre 1,5 y 6 grados (ver aparte). Se estima que este fenómeno se dará porque se va a duplicar el dióxido de carbono (CO2) progresivamente. Lo peor es que algunos científicos calculan que no habrá que esperar cien años para que esto suceda. En cuanto a las lluvias hay otros datos que anuncian, según el citado informe, que en toda la zona de la Pampa Húmeda las precipitaciones aumentarán un promedio de 80 milímetros anuales en los próximos cien años. "La tropicalización que sufrirá Rosario se traducirá en más lluvias y más calor para la zona húmeda, pero también en sequías para otras regiones del país", describió Piacentini. De la década del cuarenta a la actualidad la temperatura aumentó dos grados en la Argentina, y es uno de los mayores incrementos registrados en el planeta. "Los meteorólogos traducen estas características como una tropicalización, que quiere decir que la temperatura se va acercando a valores muy altos, que se da con más énfasis en las zonas más habitadas, como Rosario", dijo el investigador de Conicet. El jefe del Centro de Análisis Climáticos del Servicio Meteorológico Nacional, Julio Hordij, manifestó por su parte que en toda América del Sur se experimenta un fenómeno de "contraste térmico". Esta situación se genera porque los océanos se encuentran más fríos que de costumbre y se chocan con un suelo mucho más caliente. El resultado de esto son lluvias mucho más intensas y una inestabilidad en la atmósfera que, en zonas como en Rosario, se traduce en un calor agobiante. Sin embargo, Hordij aseguró que en esta zona todavía se está lejos de una temperatura récord. "Pueden ser altas las sensaciones térmicas, pero no la temperatura real", remarcó ayer el meteorólogo a La Capital desde su oficina en Buenos Aires. El especialista agregó que tanto Rosario como otras zonas húmedas del país pueden soportar precipitaciones aún más graves durante lo que resta del verano. "En estas zonas pueden caer 100 milímetros o más en un día", evaluó, y recordó los casos recientes ocurridos en el Gran Buenos Aires o el más cercano en Cañada de Gómez.
| |