Luis Castro
Típico empate de pretemporada. Newell's y Estudiantes fueron protagonistas de un partido con sabor a poco fútbol. La promesa de buen espectáculo que esperaban los neuquinos quedó para otra ocasión. Los equipos alternativos que pusieron en la cancha -mucho más en el caso de los rojinegros- los dos técnicos no pudieron generar un juego vistoso que permitiera enriquecer la vista de los presentes. Claro está que el 1 a 1 fue el resultado que más se ajustó a lo hecho por los protagonistas.
El aviso de Real, con un zurdazo que hizo temblar el travesaño alimentó las esperanzas de que podría haber buen fútbol. Error. Porque como era previsible, más aún teniendo en cuenta que ambos equipos están en plena pretemporada poco de bueno se vio en el remozado estadio de Independiente, donde alrededor de 5.000 personas se acercaron con el fin de disfrutar de dos equipos de primera.
Los rojinegros eran los que insinuaban más y los que generaron las situaciones más claras, que despertaron el ¡¡uhhhhh!! de la tribuna. Damiani y Almirón elaboraron una pared y el defensor sacó un centro perfecto para que Real otra vez se quedara con las ganas de gritar un gol. Porque la pelota nuevamente se besó con el travesaño. Acto seguido Diego Quintana probó desde media distancia pero esta vez fue Micetich el que le ahogó el grito al rojinegro.
Estudiantes sólo manejó por algunos momentos la pelota en el sector medio pero con muy pocas ideas ofensivas. Tan es así que recién sobre los 34 minutos Tito Pompei puso a prueba a Palos con un remate desde larga distancia. Poco y nada para el equipo de Craviotto.
Dicen que la tercera es la vencida. Por eso cuando apenas habían transcurrido 45 segundos de la etapa final, y en el momento en que los jugadores aún se estaban acomodando, el Gordo Real consiguió lo que tanto estuvo buscando: el gol. Fue en una jugada un tanto rara porque el Negro Almirón sacó un remate para sorprender al arquero albirojo, pero la pelota le quedó servida al delantero, quien definió con un caño sobre la salida del uno pincha.
La ventaja rojinegra parecía que alimentaba las esperanzas de quedarse con el partido debut en la copa, pero Newell's se relajó y le permitió a Estudiantes apoderarse de la pelota. Por eso a los 9 minutos, el equipo platense equiparó las cosas cuando un centro de Osorio cayó justo en la cabeza de Aguilar, quien definió sin inconvenientes. A partir de ahí el equipo de Craviotto tuvo su momento manejando y controlando el juego y Newell's no reaccionaba. Hasta que la expulsión de Bezombe permitió que los rosarinos volvieran a animarse y avanzar hasta el arco rival.
En la balanza del debe está el poco rendimiento futbolístico que evidenciaron rojinegros y albirojos. Pero la excusa que cabe en este momento es el intenso trabajo físico de ambos planteles que impiden que puedan rendir a la perfección. Newell's tendrá una segunda oportunidad el próximo miércoles ante Lanús donde, seguramente con los titulares, intentará cambiar la floja imagen que quedó sellada en el estadio neuquino.
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La Ciudad
