Pablo Mihal
Un día de frac y otro de mameluco. Todo traje le queda bien. De apertura, de centro o de fullback, vestido con la celeste y blanca o con la camiseta del Bristol, no pasa desapercibido. Tiene su propio sello. Felipe Contepomi, el mellizo de Manuel, el hermano del músico, es el jugador argentino que lentamente comienza a disputarle la popularidad a Agustín Pichot y a pelearle el puesto a Gonzalo Quesada, el héroe y goleador del último Mundial. Felipe Contepomi, ¿lo recuerda?... Es el mismo que abrazó y besó al árbitro australiano después de que éste marcara el final del partido en el que Argentina venció a Irlanda en la fría noche de Lens y accedía por primera vez a los cuartos de final de una Copa del Mundo. Es también el mismo jugador que hizo uno de los tries argentinos en el último encuentro que jugaron Los Pumas frente a los Springboks en una cancha de River que explotó de tanta emoción. Felipe Contepomi, ese mismo jugador que para pasar al Bristol exigió como principal condición que pueda continuar sus estudios en medicina. Ese mismo jugador que ahora también brilla con luz propia a nivel de seven. Luego del complicado partido contra Corea, el ex jugador de Newman se prestó para analizar la actuación argentina. -¿Qué posibilidades concretas le ves a Argentina? -No sé, todavía quedamos en pie. El tema es que nuestro objetivo es claro: queremos clasificar, después lo que venga será un bonus. -¿Por qué hubo tanta diferencia entre el primer y el segundo partido? -Más que nada se debió a los rivales. Corea es un equipo totalmente distinto a lo que es Rusia. Rusia es muy físico y por ahí nos conviene más tener rivales de ese tipo. En cambio los coreanos son muy rápidos y nos complicaron. -Contra Corea pareció que fallaron en las marcas. -Sí, eso lo hablamos. La organización no fue del todo buena y por ahí tendríamos que cerrarnos un poco más para no dejarles esos espacios a ellos que son tan rápidos. Son cosas que hay que mejorar. -En el plano personal, ¿cómo te trató el profesionalismo en este primer tiempo? -Bien, es algo que yo no lo imaginaba y de repente llegó. De un día para otro me encontré con que estaba jugando al rugby profesional. Lo importante es que uno no pierda la pasión por estar en una cancha de rugby y vivir y aprovechar la experiencia de jugar una de las mejores ligas del mundo. -¿Cómo ven a la Argentina desde Europa? -Argentina está siendo respetada cada día más. Por lo que pasó en el Mundial de Gales y por los test matches del 2000. Se nos respeta mucho y al jugador argentino lo quieren porque es muy pasional y eso ellos lo valoran mucho. -Tuviste la oportunidad de jugar el Mundial de Gales, estuviste en la cancha de River repleta y ahora estás en el Mundial de Seven, ¿te quedan cuentas pendientes con el rugby? -¿Me lo preguntás en serio? Me gustaría salir campeón con Newman. -¿Se comparan esas sensaciones? -Ese es mi sueño máximo en el rugby. Es el hecho de salir campeón con mis hermanos, mis amigos, con mi club que es mi segunda casa. Allí está la gente que me aguanta, que a pesar de que jugué bien o mal me apoyan y pase lo que pase van a estar al lado mío. -¿Cuál es tu objetivo para este año? -Primero me gustaría ser titular en Los Pumas... -¿No te sentís titular? -No, yo creo que es muy difícil sentirse titular. En realidad me gustaría jugar más partidos desde el inicio y de apertura. Yo creo que para que uno se sienta realmente titular tienen que pasar por lo menos tres años y jugar todos los partidos. Yo no creo que haya un titular indiscutido en los Pumas, salvo Agustín (Pichot), que es inamovible y se lo ganó a base de partidos y de demostrar todo lo que sabe en la cancha en varios test matches. A mí me gustaría llegar a eso y después, si se puede, ganar algo con el Bristol en Europa sería muy bueno.
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