El Poder Judicial y hasta el mismo gobierno santafesino no quedarán bien parados si no se ordena que el supuesto crimen de Rufino se investigue profundamente. Muchas dudas se ciernen sobre el tema luego de que el ex juez fuera destituido y encarcelado. Las versiones circulantes indican que el juez Fernando Vidal, que tiene a su cargo dictar sentencia en la causa de Graciela Dieser, no permitió a la defensa que se anexaran al expediente estudios forenses realizados fuera del ámbito provincial en contraposición con otras causas, como la del secuestro y asesinato del empresario rosarino José Díaz Franco, en la que la misma Corte habilitó pericias realizadas hasta en institutos norteamericanos.
Se asegura que el juez de instrucción Carlos Risso de Melincué, que procesó a Fraticelli en un pieza jurídica cuestionada, no incluyó en el expediente un informe médico que pone en duda al estrangulamiento como causa del deceso de Natalia Fraticelli y además cobra cuerpo la versión de que en el Departamento General López algunos sectores ven con recelo que la causa se ventile en Rosario. "La Cámara en feria de Rosario, advertida del serio problema institucional que podría derivarse, puso las cosas en orden", dijo ayer un vocero judicial.
El tribunal superior se encontró con un expediente en el que nunca tuvo intervención. Su actuación estuvo limitada por lo decidido anteriormente por la Cámara de Venado Tuerto y tampoco había tenido posibilidad, como superior del juez Risso, de orientar la investigación. "El dilema -dijo un funcionario judicial- era entonces conjugar lo que le venía impuesto con su real parecer de la cuestión. Y al mismo tiempo ordenar la investigación para que todo el esfuerzo que ahora se realiza no se diluyera en una investigación incompleta, que terminara generando dudas con la consecuente absolución para los imputados (el matrimonio Fraticelli). El alto tribunal cortó por lo sano y dispuso el procesamiento y nuevas medidas que echen luz sobre la causa de la muerte, punto fundamental de investigación en un homicidio".
Seguramente los jueces de Cámara, como muchos abogados del foro local, se preguntaron qué podría suceder si con la prueba médica que la defensa de Graciela Dieser pidió al juez Vidal se determinara una causa de muerte distinta al estrangulamiento. El tribunal sabe que eso llevaría a la inmediata absolución de la madre de Natalia, por modificación de los hechos por los que acusó el fiscal. Y ello, en una causa de estas característica, provocaría un escándalo institucional.
Una segunda opinión
"Evidentemente -según un abogado que conoce el expediente- el tribunal no quiso comprometer su actuación y ordenó que se practicaran nuevos informes forenses para que una modificación de la causa de muerte permita encarrilar a tiempo la investigación respecto de Fraticelli y evitar así una segura absolución futura". El mismo profesional aseguró que la Cámara aspira a que, si en realidad hubo estrangulamiento, la opinión sea confirmada por alguien más que el único médico forense que hizo la autopsia. Así, posibilitó que el estudio incluso lo realizaran médicos del orden nacional y hasta del extranjero. "La Cámara sabe que ante la posibilidad de un cambio en un tema tan relevante, ante la opinión pública ofrece más garantías de objetividad un científico de afuera", dijeron voceros judiciales.
A nadie escapa que si se confirma el diagnóstico de estrangulamiento, la situación del matrimonio Fraticelli sería sumamente comprometida, porque la Cámara desarrolló un análisis que prescindió de todas las conjeturas que hizo el juez Risso y que nunca podrán ser probadas con certeza para condenar. Por ejemplo: ¿Cómo podría demostrarse que fue el marido o la esposa el que estranguló a su hija cuando ninguno lo admite y ningún indicio permite una acusación?. El tribunal "cerró el círculo", dijo un abogado: "Fraticelli, su esposa o ambos pudieron haber matado a Natalia y los jueces no le dieron importancia a quien efectivamente realizó el acto, porque cualquiera haya sido, el otro debió evitar la muerte de su hija. Ambos responden ahora".
Si efectivamente Natalia fue víctima de un homicidio, esta innovación puede llegar a quebrar el eventual pacto de silencio entre los cónyuges, porque cualquiera de ellos sabe hoy que toda la prueba contra uno carga también contra el otro. La pena que les espera, si la muerte fue provocada por cualquiera de ellos, es prisión o reclusión perpetua. Esto podría determinar que alguno confesara la verdad con el consiguiente beneficio procesal.
Otro aspecto importante es la hipótesis del tercero que no descartó la Cámara y el hecho de haberse encontrado lesiones compatibles con técnicas de resucitación detectadas en la autopsia. "Tal vez - según el funcionario judicial consultado- esto sea un guiño para que quien no mató a Natalia y diga la verdad de lo ocurrido pueda salvarse". De todos modos, tampoco se descarta en círculos judiciales un suicidio de la chica y en tal caso, el tribunal tuvo en cuenta la necesidad de encarrilar seriamente una investigación que, tarde o temprano, podría derivar en un escándalo judicial para la provincia de Santa Fe de proporciones sólo comparadas, por algunos, como el caso de María Soledad en Catamarca.