El patrullaje de ayer del guardacostas 154 de la Prefectura se encontró con situaciones de lo más disímiles. Los prefectos no sólo tuvieron que trasladar a una pequeña de ocho años que se clavó un anzuelo en el dedo gordo de la mano, sino que además debieron identificar a un presunto exhibicionista que habría mostrado sus genitales ante varios turistas que recorrían la zona de islas a bordo del barco Ciudad de Rosario. En el primero de los casos, el pedido de ayuda provino de una de las tantas lanchas de pasajeros que cruzan desde Costa Alta hacia los paradores de la isla. Allí viajaba una pequeña que se había clavado un anzuelo en su mano y que, tras ser revisada por el médico de la tripulación del guardacostas, fue trasladada por los prefectos hacia tierra firme para ser derivada a un hospital. Minutos después, llegó por la radio la denuncia del capitán del barco Ciudad de Rosario. En la zona del Paraná viejo, y mientras el barco navegaba por el lugar, "un joven pelado y de malla clara se bajó los pantalones y mostró sus genitales a los pasajeros desde la orilla". Hacia allí partió entonces el barco de la Prefectura para identificar al presunto émulo de Charly García. La tarea de los prefectos consistió en tomar los datos de todas las personas que integraban el grupo en el que, según el capitán del Ciudad de Rosario, se encontraba el exhibicionista. Más tarde, la labor de los prefectos continuó unos metros río arriba donde se apostaron para realizar una "tarea de control y rutina" sobre las embarcaciones que circulaban por el lugar. Allí detectaron a un hombre practicando esquí acuático y le notificaron que en ese sector la actividad estaba prohibida. "El sector para la práctica de esquí se modificó hace tiempo, avise en el club en donde usted es socio que le informen de los cambios", le sugirió el oficial al desinformado esquiador. No obstante, no se privó de subrayar que "el rosarino se volvió más prudente a la hora de salir al río".
| |