Una mujer de 41 años denunció haber sido víctima de una serie de estafas cometidas con su documento de identidad, a partir del momento en que lo extravió. El caso reactualiza las sospechas sobre la existencia de una banda dedicada a cometer fraudes con esa modalidad y de la que ya se han registrado numerosas denuncias en Tribunales rosarinos.
El último caso conocido es el de Marta Mabel Lambri, una profesora de historia que actualmente trabaja como secretaria de un médico y que extravió su documento de identidad a fines de 1998. Poco tiempo después, al igual que ocurrió con otras historias ya denunciadas, comenzó a recibir reclamos por deudas que no había contraído.
Según informaron voceros policiales, en el curso del año pasado se conocieron denuncias por al menos 17 casos similares, que fueron recibidas en los Juzgados de Instrucción de la 4ª y 5ª Nominación.
En el marco de las averiguaciones, la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II detuvo a cinco personas -entre ellas un oficial de policía- y secuestró numerosa documentación (ver aparte).
En manos de delincuentes
Según relató Marta Lambri a este diario su penosa experiencia comenzó "a fines de 1999, cuando me llaman de Telecom Personal diciendo que tenía una deuda de telefonía celular, pero les dije que era imposible porque nunca tuve un teléfono de ese tipo. En junio del año pasado me llaman de CTI planteándome el mismo problema y me citan para hacer un descargo, lo que cumplí".
Si bien en esos casos, por lo menos hasta el momento, Lambri no recibió nuevas citaciones, los problemas se multiplicaron. "Sobre fines de octubre de pasado me llaman de la casa central de Provencred, en la ciudad de Córdoba, para exigirme el pago de una deuda de 6.500 pesos", relató.
En la ocasión, "me dieron mi número de documento de identidad y me piden que me presente a hacer un desconocimiento de deuda. Fuí a las oficinas de Provencred de la calle Corrientes, donde me mostraron una carpeta que estaba a mi nombre. Y ahí veo la fotocopia de mi DNI duplicado con mi misma foto y con documentación según la cual yo era dueña de fábrica de envases plásticos".
Por otra parte, "la deuda con Provencred era por la compra de ciclomotores y una compra en un supermercado". Lambri observó que en la réplica de su DNI habían sido cambiadas su firma -borroneada- y su domicilio, que registrada una dirección de Funes y supo además que la persona que lo utilizó "había sacado una cuenta en el Banco del Suquía y en otros comercios".
Lambri denunció la estafa a principios de diciembre pasado en la Fiscalía número 7. Los reclamos continuaron: "el 12 de enero -contó- el Banco Suquía me informó que tenía una deuda por un paquete que incluía una tarjeta de créditos, una chequera y préstamos de dinero".
Cuatro días después, "me llamaron de Honda Guerrero de la ciudad de San Lorenzo porque habían adquirido motos con la tarjeta Provencred a mi nombre. Allí me dijeron que en el duplicado de mi documento, con fecha junio del 2000, figuraba un cambio de domicilio con los sellos correspondientes hacia un domicilio de Funes. También aparece una factura de la luz a mi nombre con domicilio en Funes".
Al respecto, Lambri señaló que "lo particular del caso es que existía una casa con esa dirección y el consumo de energía era real". La mujer adelantó que "la semana próxima voy a ampliar la denuncia".