Año CXXXIV
 Nº 49.004
Rosario,
domingo  21 de
enero de 2001
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Cambio presidencial Los republicanos regresaron a la Casa Blanca
Bush prometió unir a una nación dividida tras la toma de posesión
El mandatario ratificó su plataforma política y lanzó una dura advertencia a los enemigos de EEUU

Washington. - Ocho años después de que su padre dejó la Casa Blanca, el republicano George W. Bush asumió ayer como el 43ª presidente de EEUU y prometió unir a la nación tras su controvertida elección. "A veces nuestras diferencia son tan profundas que parece que compartimos un continente y no un país", afirmó en su breve discurso luego de prestar juramento al mediodía. "Este es mi compromiso solemne: trabajaré para crear una sola nación con justicia y oportunidades para todos", dijo. Bajo una atmósfera invernal fría y húmeda, Bush leyó un discurso de 10 minutos en el que pidió a sus compatriotas a construir "una sola nación de justicia y oportunidad", no hizo mención alguna a la controversia electoral que le enfrentó por cinco semanas al demócrata Albert Gore por los resultados de Florida. El nuevo presidente pidió mayor civismo y carácter en la vida pública en Washington, una aparente referencia a los escándalos sexuales que rodearon a Bill Clinton en la Casa Blanca.

Modernización de la defensa
El mandatario, de 54 años, ratificó su plataforma de gobierno para la modernización de la defensa, la reforma del sistema educativo, seguridad social, asistencia médica a los ancianos, reducción de los impuestos y prometió eliminar los riesgos de debilidad económica. Mostró carácter al advertir que se construirá una defensa más allá del desafío. "Que no se equivoquen los enemigos de la libertad y de nuestro país. EEUU seguirá involucrado en el mundo, por razones históricas y por opción, forjando un equilibrio de poder que favorece la libertad. Defenderemos a nuestros aliados y nuestros intereses", dijo Bush. La llegada de Bush hijo a la presidencia de la única superpotencia del mundo ha generado cierta preocupación entre los aliados de EEUU por su falta de experiencia en asuntos internacionales.
Las ceremonias de ayer estuvieron rodeadas por extremas medidas de seguridad por temor a las manifestaciones de los ecologistas, sindicalistas, defensores de los derechos civiles y humanos, afroamericanos y liberales. Una fuerza de más de 3000 policías vigiló los actos mientras centenas de agentes del servicio secreto y el FBI protegieron al nuevo presidente y autoridades.
Mientras miles de personas -partidarios y opositores- se concentraron frente al Congreso, el juramento de 35 palabras fue tomado por el presidente de la Corte Suprema, William Rehnquist, un juez conservador que votó a favor de Bush en un controvertido fallo de 5-4 que le aseguró la presidencia. Bush puso la mano derecha sobre la biblia utilizada por George Washington en 1789 y terminó la tradicional frase de 35 palabras con "Dios me ayude".
Se calcula que más de medio millón de personas asistieron a los actos en Washington, mientras que 210 millones los siguieron por la televisión.

Café con los Clinton
Bush comenzó el día asistiendo a misa en llamada Iglesia de los Presidentes, cerca de la Casa Blanca. Luego Bush y su esposa Laura fueron a la residencia presidencial a tomar café con Clinton y la primera dama saliente Hillary Rodham Clinton. Los dos hombres se trasladaron juntos al Capitolio para la ceremonia de juramento, al que asistió el padre de Bush, el ex presidente George Bush (1989-1993), quien fue derrotado por Clinton hace ocho años. George W. Bush es el primer hijo de un presidente que llega a la Casa Blanca desde que lo hizo John Quincy Adams en 1825.
En la gigantesca plataforma construida en las escalinatas del Congreso, se reunieron los padres del nuevo mandatario, George y Barbara Bush. El nuevo presidente estuvo acompañado por su esposa Laura y sus hijas Barbara y Jenna, gemelas de 19 años.
Después de la ceremonia de 22 minutos en el Congreso, Bush encabezó el desfile inaugural que cubrió las 16 cuadras entre el Legislativo y la Casa Blanca. Laura lució un discreto abrigo y vestido azul claro, mientras que el nuevo presidente un traje oscuro con corbata azul. Tres horas y media después de prestar juramento, Bush ingresó a la Casa Blanca.
El retorno republicano a Washington fue festejado ayer con ocho bailes de gala a la que los esposos Bush asistirán. El costo de las fiestas y los actos demandaron 35 millones de dólares sufragados en parte por las corporaciones, grupos de presión y abogados lobbyistas.



Bush jura en el Congreso. Llegó el tiempo de gobernar.
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