Laura Vilche
"Estamos encantados con Rosario porque es un consumidor exigente. A tal punto que a veces decimos en la empresa que sacarle un peso a un rosarino es como sacarle una muela". El halago fue expresado ayer en esta ciudad por el empresario Alfredo Coto, titular de los supermercados que llevan su nombre, durante una recorrida que realizó por el Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Coto es el titular de la tercera cadena de supermercados más importante de la Argentina y "la única de capitales completamente nacionales", una aclaración que se desprende del escudito que cuelga de su solapa y que él mismo refuerza con sus palabras cada vez que puede. A pesar de ser dueño de 91 supermercados -en los que trabajan 18 mil personas- y de dos frigoríficos, y de facturar 1.300 millones de pesos al año, Coto tiene toda la pinta de ser un hombre sencillo. Acompañado ayer en su visita a Rosario por su esposa Olga, con quien vive desde hace 33 años y tiene cuatro hijos, no oculta que fue carnicero antes de ser el poderoso empresario que es en la actualidad. "Empecé de abajo" le apuntó a La Capital, y cuando se le preguntó sobre los rumores que deslizan que su crecimiento empresarial se debió a su cercanía con el gobierno de Carlos Menem no tardó en responder: "No es así, nunca lo fue. Eso es parte del show business, de lo que se dice en la calle. Mi fórmula es trabajar, trabajar y trabajar, así como se lo digo. Tres veces trabajar". Alfredo Coto estuvo por algunas horas en Rosario para visitar las instalaciones del Vilela junto al intendente Hermes Binner. Su presencia no fue casual, Supermercados Coto está realizando la campaña "Tu vuelto ayuda" en la que se recaudan fondos para construir un nuevo complejo de guardia médica en ese hospital. Coto habló del país, de Rosario, de los cuatro supermercados que ya abrió en la ciudad y de los dos emprendimientos que están en marcha: el del parque Scalabrini Ortiz (en sociedad con Irsa instalarán un centro comercial que incluye shopping, supermercado, cines y torres de viviendas) y el de barrio Martin, donde además de un súper habrá un patio de comidas y locales comerciales. "En Scalabrini ya arrancamos con las obras de infraestructura y no pararemos. En barrio Martin el ritmo no es acelerado, pero vamos a ir andando de a poco", anunció. -¿Se comienza finalmente este año con el proyecto en Scalabrini Ortiz? -Ya hemos estado hablando con Binner sobre el tema. Ya se está arrancando. Este es un proyecto muy grande para Rosario con una inversión importante. Nosotros invertiremos 20 millones de dólares e Irsa participará en un 66 por ciento del proyecto construyendo edificios que cambiarán esa zona. Desgraciadamente con la recesión no nos estuvo acompañando el país y estuvimos un poco demorados. -¿El de barrio Martin está más avanzado? -Va dentro de un ritmo no muy acelerado, pero va, de a poquito. -¿Cómo evalúa el desembarco de Supermercados Coto en Rosario? -Estamos encantados porque los rosarinos son consumidores muy exigentes. Nos reímos cuando el gerente de márketing dice que sacarle un peso a un rosarino es como sacarle una muela. -¿Es tan así? -Sí, porque el rosarino mira mucho a la hora de comprar, pero ese es el desafío que nos gusta. Estamos para competir y seducir permanentemente con nuevos productos y propuestas. Bueno, es por otra parte lo que sabemos hacer. -¿Y cómo lo tratan los gobernantes locales? -Como empresario agradezco a Binner. Quisimos salir de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires, y pudimos. Venir a Rosario fue toda una aventura, porque nuestra empresa está creciendo y Rosario también. Nos recibieron muy bien y Binner nos alentó a invertir y producir en esta ciudad que quiere crecer a pesar de los problemas del país. -Coto se ha expandido en Buenos Aires, Capital Federal, Entre Ríos y Santa Fe. Es entre las tres cadenas de supermercados más grande del país la única de capitales nacionales. ¿Cuál es su fórmula para crecer y mantenerse? -Nosotros avanzamos despacio pero firme. A la gente le gusta nuestra propuesta nacional a pesar de que la situación del país no es fácil, es difícil tomar créditos y no podemos avanzar a la velocidad que debiéramos. Coto seguirá apostando al país con todas las ganas. Siempre hemos confiado en la Argentina y lo seguiremos haciendo. -Se dice que su prosperidad se debió a su cercanía con el ex presidente Carlos Menem... -No es así y nunca lo fue. Eso es parte del show business, de lo que se dice en la calle. Eso nunca nos preocupó. Somos una empresa que creció con todos los gobiernos. Aun con éste y con las diversidades del país, crecemos. -Usted comenzó como un simple carnicero, ¿cómo se llega a ser un empresario de su magnitud? -Trabajando, la fórmula es trabajar, trabajar y trabajar. Así como se lo digo. Tres veces, trabajar. Hace diez años ya era un empresario pero no con la escala de ahora. Mi día comienza a las siete de la mañana y son las 21 y todavía estamos dándole al asunto. No es que uno quiera eso pero cuando hay problemas, hay que resolverlos, es la única manera que las cosas funcionen. No hay que asustarse, hay que ir adelante, administrar bien. Nosotros como empresarios le pedimos eso al Estado, que no gaste más de lo que se recauda, y nosotros tenemos que hacer lo mismo. Olga, su mujer, asiente con la cabeza. La entrevista llega a su fin, y cuando Alfredo Coto continúa caminando por el hospital junto a Binner, es Olga la que dice la última frase: "El no tiene un día común en su vida. Trabaja las 24 horas de los 365 días del año, no descansa nunca".
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