Un tiroteo de terror

Dos procesados por desatar un cruento enfrentamiento en pleno centro porteño

Intentaron robar las sacas de un blindado y balearon a un custodio en una calle colmada de peatones

Buenos Aires.- La jueza de instrucción Mónica Berdión de Crudo dictó prisión preventiva por tentativa de homicidio y robo agravado por el uso de armas a dos jóvenes que intentaron sustraer sacas con dinero transportado en un camión de caudales el 4 de enero último, hecho en el que fue baleado de gravedad un policía retirado.
La medida, que incluyó un embargo de 150 mil pesos sobre los bienes de los procesados, recayó sobre Walter Omar Benítez, de 24 años, y Diego Martín Rivas, de 21, quienes ya registraban antecedentes penales.
El hecho que conmocionó a los porteños que habitualmente transitan por esa zona céntrica ocurrió cerca de las 9.45 del 4 de enero, cuando tres hombres vestidos con ropa similar a la que usan los policías, aunque sin chapas identificatorias, intentaron robar las sacas que descargaban custodios de un blindado de Juncadella sobre la calle Lavalle, casi esquina San Martín.
En esa oportunidad, los portavalores se aprestaban a entregar a la administradora de fondos de jubilaciones y pensiones Consolidar, sacas con 57.253,69 pesos y 19.234 dólares.
Uno de los delincuentes, que luego se comprobó que se trataba de Rivas, interceptó al custodio Aldo Biancotto, a quien le arrojó gas paralizante en el rostro y tironeó para arrebatarle las bolsas con el dinero, explicaron fuentes policiales.
Frente a la resistencia del guardia se originó un tiroteo en el que también habría tomado participación Benítez y durante el cual resultaron heridos de bala un transeúnte, Diego Herrera, y uno de los portavalores, el policía retirado Carlos Vieyra, que sufrió "lesiones graves", de acuerdo con el parte médico.
El custodio no llevaba puesto el chaleco antibalas reglamentario y recibió un tiro en la espalda que obligó su derivación inmediata al hospital Churruca, donde debió ser operado dada la gravedad de su estado. En medio del terror generalizado de comerciantes de la cuadra y cientos de personas que transitaban por ese tramo del microcentro, agentes de la seccional primera que patrullaban el lugar se sumaron al tiroteo, en el que Rivas resultó herido en un brazo y una pierna.
Pese a que sangraba copiosamente, el delincuente corrió unos metros hasta que se desplomó frente a un local comercial sobre Lavalle al 1.500 y fue detenido.
La espectacular persecución continuó en la estación Florida de la línea B de subterráneos, hacia donde huyeron Benítez y un tercer cómplice, que amenazaban a transeúntes aterrorizados para que los dejaran avanzar.
En cuestión de minutos la policía encerró a Benítez cuando pretendía saltar los molinetes de la estación, mientras que el otro individuo huyó a bordo de uno de los coches de la formación que en ese momento arribaba al andén.