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Las vacas enloquecen

Para los científicos, el agente del mal de las vacas locas es un enigma. No se sabe si es una bacteria o un virus, la cuestión es que Alemania enloquece y renuncian ministros. España padece e Inglaterra, enmudece. Aquí en el país de los bovinos aftosos, tenemos cada día más personas afectadas por esta rara endemia. Hipótesis de científicos de alto vuelo presumen que es algo así como una célula boba, sin núcleo, que no piensa e infecta a las que tiene a su alrededor. En el ser humano ataca la capacidad pensante, el cerebro cesa de reflexionar, se atrofia el razonamiento y el impacto de estas inactividades anula el flujo de las ideas. Esto para Platón es la concepción especulativa de la fuerza que anima a los constructores de edificios ideológicos quienes concretan sus aspiraciones cuando sus ideas están latentes en el pensamiento y se entiende por idealismo a la fuerza moral que inspira constantemente a mejorar la realidad de los problemas existentes. En política los hombres sin ideas consiguen imponerse cuando el electorado carece de esta virtud, hija de la capacidad pensante. Lamentablemente, cuando un pueblo padece esta encefalopatía espongiforme bovina, los poderes legales pierden su fuerza y los gobiernos navegan a la deriva.
Roberto Linares