Una mujer cuyo hijo en gestación no tenía cerebro ni posibilidades de vida fue sometida hace poco menos de dos años a una cesárea, en el hospital Iturraspe, de la ciudad de Santa Fe, por autorización de su comité de bioética y sin necesidad de recurrir a la justicia, reveló ayer el director del establecimiento, Andrés Ellena. El facultativo dijo que la operación se realizó en marzo de 1999, y que "se trataba de un embarazo en el que se sabía que el bebé no iba a tener chances de vivir, pues padecía de anencefalia". Según Ellena, los médicos que en aquella oportunidad atendieron a la mujer aguardaron hasta cumplir las 32 semanas de embarazo -cuando existe viabilidad fetal- , y procedieron a "acelerar el nacimiento". El médico santafesino reveló que la intervención "no se trató de un aborto", sino que consistió en "acelerar el trabajo de parto", y fue aprobado por el comité de bioética del hospital Iturraspe, que también él preside. Mientras en Buenos Aires la intervención fue autorizada por el máximo tribunal, en Santa Fe se realizó sin recurrir a ninguna instancia judicial, de acuerdo a lo manifestado por el directivo del hospital Iturraspe. Ellena dejó además abierta la posibilidad de que los facultativos del mismo establecimiento hayan recurrido a dichas prácticas, en oportunidades anteriores a la creación del comité de bioética. "No me extrañaría que, antes de 1994, cuando se creó el comité, se hayan registrado casos similares con idéntica resolución", finalizó.
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