El parto de la mujer autorizada por la Justicia a un alumbramiento inducido de su bebé que padece anencefalia se produciría hoy a la mañana, según estimaban anoche los médicos que la atienden en la maternidad Sardá de la Capital Federal. La mujer, embarazada de siete meses, está "en observación, con goteo y se está esperando la dilatación, un proceso lento en ella", que "posiblemente lleve toda la noche, ya que se estima que durará 16 horas", dijo anoche la nutricionista Stella Maris Blasci, miembro del equipo a cargo del parto.
La mujer -de quien por razones legales sólo se conoce el nombre, Silvia-, empezó a recibir ayer las primeras prácticas médicas en la maternidad para que se produzca lo que los médicos denominan como "evacuación".
Silvia lleva en su vientre un feto de siete meses que padece anencefalia, una enfermedad que consiste en la ausencia de cerebro, que no le deja al bebé chances de sobrevida fuera del vientre materno, según aseguraron los médicos.
En un fallo histórico, la Corte Suprema de Justicia autorizó el jueves pasado a la mujer a someterse a un parto inducido, intervención que los magistrados descartaron que esté vinculada con el aborto.
El subdirector de la clínica, Ricardo Illia, había dicho ayer a la mañana que se esperaba "que en el transcurso del día se produzca la evacuación, pero puede no ocurrir. De no mediar inconvenientes, preferiríamos continuar con el procedimiento hasta mañana (por hoy)".
El médico reconoció que "no se descarta complicación que lleve a hacer una cesárea", pero aseguró que "si no es absolutamente necesario, creemos que no es lo mejor someterla a un proceso quirúrgico". Silvia está contenida, estable y bien predispuesta a la maniobras médicas, según se indicó anoche.
El médico admitió que "inicialmente se barajó una finalización más abrupta" del embarazo de poco más de siete meses, a través de una cesárea, pero luego le fueron explicadas a la mujer razones que hacían aconsejable intentar un parto natural.
La paciente está internada, acompañada por su marido, con el apoyo del servicio de psicopatología del centro asistencial y con su propia atención psicológica.
Illia indicó que una vez completado el proceso y el alumbramiento del pequeño que no tendrá posibilidades de sobrevida extrauterina, se autorizará a la guardia médica a difundir oficialmente un parte sobre el estado de salud de la madre.
Hay unos siete casos por año
El facultativo comentó que "la existencia de anencefalia se da en un nacimiento por cada mil embarazos, así que se ven unos siete u ocho casos por año".
Dijo que "Silvia está tomando unas pastillas, con las que intentamos que se dilate el cuello del útero para que se genere una especie de canal y así nazca el bebé".
Si bien el estado de salud de Silvia "es bueno", Illia indicó que "la mujer está en un estado depresivo, que es muy lógico, ya que sabe que el niño nacerá e inmediatamente morirá, lo cual podría traer complicaciones en el parto". "El marido nos pidió que autoricemos a Silvia a ver a su pequeña hija de 12 años, y nosotros accedimos, ya que creímos que le haría muy bien a su estado de ánimo", consideró.
En cuanto al bebé por nacer, Illia afirmó que "fallecerá inexorablemente, aunque no sabemos cuánto tiempo permanecerá vivo", por lo que "no tiene sentido llevar a cabo tareas de reanimación, ya que la patología es incompatible con la vida y se trata de una anomalía letal".
Ante el fallo de la Suprema Corte de Justicia, el profesional opinó que "fue una decisión atinada, porque no tiene sentido prolongar el duelo, ya que sabemos que no tiene posibilidades de vida extrauterina".
La abogada Perla Prighosin, patrocinante de la mujer y representante de la Organización No Gubernamental (ONG) Unos y Otros, dijo ayer que "la intervención no debe superar este miércoles". Además, dijo que la protagonista del caso "está aliviada porque la cosa empieza a terminar".
La Ciudad
