"Las locuras del emperador", la nueva producción de los estudios Walt Disney, se estrena mañana en los cines Village y Monumental. Situada en un reino montañoso de Sudamérica, la película sigue las desventuras de un arrogante y egocéntrico joven emperador llamado Kuzco, a quien su asesora -la malvada y ambiciosa Yzma- transforma en una llama. Abandonado en una jungla, la única oportunidad de Kuzco de regresar a su hogar y reclamar su privilegiada vida está en manos de un campesino llamado Pacha.
El mundo perfecto de Kuzco se convierte en un perfecto desastre cuando este extraño dúo se ve empujado a enfrentarse a distintos peligros, mientras luchan por devolverle a Kuzco su trono antes de que Yzma, ayudada por su sirviente Kronk, logre detenerlos y acabar con ellos. La buena amistad de Kuzco con Pacha le enseña al desafortunado monarca a ver su mundo de manera diferente.
El filme fue dirigido por Mark Dindal, un veterano animador cuyos créditos anteriores con Disney incluyen efectos para animación, desarrollo visual y supervisión de efectos visuales en películas como "La Sirenita" y "Aladdin". Las canciones fueron escritas por Sting y las voces originales pertenecen a David Spade, John Goodman y Wendi Malick, entre otros, todos veteranos de series de la televisión estadounidense.
La película tiene sus raíces en los cuentos infantiles clásicos, pero es la primera vez que disney da vuelta el tablero y enfoca sus personajes de una manera diferente: el protagonista hace el camino inverso a los cuentos tradicionales, lo que le permite ver la vida desde un punto de vista diferente.
Según se adelantó, el énfasis está puesto más en los personajes que en los saturados efectos especiales o técnicas cinematográficas. "Este joven y malcriado emperador -señaló el director- que nunca ha estado en ningún sitio o pensado en nadie más excepto en sí mismo, es convertido en llama y abandonado para que sobreviva en un mundo que nunca antes había visto de cerca. No sólo tiene que caminar entre la gente, sino que tiene que hacerlo a cuatro patas. Para mostrar su conversión, comienza siendo un torpe fuera de todo contexto.
Aproximadamente 400 artistas contribuyeron en la película, así como 300 técnicos y personal de producción. Unos diez minutos de animación fueron creados en el Feature Animation Studio de Disney en París, mientras que las instalaciones del estudio en Florida se encargaron de los efectos de algunas partes de la producción. Con respecto al aspecto y estilo de la película, los realizadores eligieron un enfoque simple pero sofisticado que reflejara el tono de comedia irreverente de la historia.
El proceso de desarrollo para una película animada es largo y arduo, casi siempre se extiende por años y a menudo hay falsos comienzos y finales sin retorno. "Aladdin", "The Lion King" y "Tarzan" son tres ejemplos de recientes películas que resultaron diferentes a lo que eran los proyectos iniciales.
Una historia modificada
El origen de "Las locuras del emperador" se remonta a 1994, cuando el equipo creativo comenzó a desarrollar una versión muy diferente de la historia que consistía en un relato musical dramático con la cultura precolombina como trasfondo. En 1998 la historia fue modificada totalmente y quedaron sólo dos de los personajes iniciales y unos pocos elementos del material original.
Kuzco no es el típico personaje principal de Disney -alguien simpático y vulnerable que tiene un sueño pero alguien lo detiene-. Es completamente lo contrario y acaba necesitando a alguien que es realmente bueno.
En ese sentido, Dindal añadió: "Siempre he pensado que cuanto más absurdos son los personajes en una situación concreta, más divertidos son. Una de las cosas que realmente nos interesaba era encontrar la manera de mezclar lo absurdo con la emoción. Cuando se consigue, se está ante lo mejor de ambos mundos porque no se convierte en algo excesivamente sentimental. En esta película, tenemos a una pareja muy extraña y el humor surge de estas dos personalidades tan extremas".
Desde el punto de vista estilístico, la producción adelantó que "Las locuras del emperador" busca un enfoque simple, pero sofisticado que sin embargo refleje la comicidad irreverente de la historia.
Para captar la esencia del lugar en el que está inspirada, Sudamérica, el equipo creativo de la película viajó a Perú en 1996 para observar los tesoros artísticos y culturales de los antiguos Incas. Durante su viaje de diez días, visitaron lugares importantes y Machu Picchu, además de sobrevolar la ciudad de Cuzco, hacer el viaje de descenso en canoa por un río y observar campos de cultivo, montañas extremadamente verticales y enormes piedras desde la ventajosa perspectiva de un helicóptero.
Influenciado por el estilo de diseño distintivo y colorido de los Incas, los directores de arte comenzaron a incorporar ciertas formas, motivos y diseños a sus dibujos y pinturas. Estatuas y joyas ofrecían una gran variedad de diseños y dibujos de animales a partir de los cuales empezaron a definir el estilo de la película.
Por ejemplo, el exterior del palacio de Kuzco estuvo inspirado en una pequeña estatua de oro y los tapices con peces que se ven en el comedor de Yzma se inspiraron en tapices Incas. "Constantemente nos impresionaba lo complejos y sorprendentes que eran los diseños Incas", señaló el director.
"Los tapices y las joyas están llenos de criaturas míticas y el estilo tenía colores brillantes y diseños sofisticados. Básicamente dibujamos y simplificamos las cosas para poner el énfasis en lo que había de divertido en ellas. Visitar el campo sudamericano también fue impactante. El paisaje tiene la síntesis de un paisaje de animación, con montañas verticales y campos de labranza. Parecía una manta hecha con trozos de tela e intentamos incluir eso en nuestro diseño del pueblo".
Otra importante fuente de inspiración de los realizadores fue el estilo simple de algunas de las películas clásicas de Disney de los años cincuenta, como "Peter Pan". En ese sentido explicó: "Nos dimos cuenta de que esas películas fueron iluminadas de forma muy parecida a una obra de teatro. Se nota claramente en todo momento a dónde el ojo debe dirigirse en la pantalla y «Las locuras del emperador» intenta volver a aquella composición básica".
"Cuando uno se para en la cumbre de una montaña en Perú con las nubes por debajo, es fácil sentirse muy pequeño y darse cuenta de forma repentina de que uno sólo existe en el planeta, pero que no lo controla", agregó Dindal. "Los Incas tenían un maravilloso sentido del diseño en su arquitectura y en los patrones de sus piezas textiles. Tenían mucho carácter. Las proporciones eran macizas y tratamos tomar eso exagerarlo un poco. Queríamos que la película tuviese mucho encanto y su sentido del estilo y el diseño incaico nos dio la base que necesitábamos para trabajar esta comedia".