Laura Luetich (35 años) vivió toda su vida en el barrio y cuando llegó a ser triatlonista, el parque Urquiza le ofreció el mejor lugar para entrenar. Pero los recuerdos de la infancia surgen espontáneamente cuando habla de su barrio. Me acuerdo de la yerbatera y el olor a café tostado. En ese entonces tenía seis años y custodiaba el molino yerbatero Mario, el diariero de Mendoza y Colón que con el cambio de generaciones todavía sigue allí. El barrio daba la seguridad de jugar en la vereda y el pintor Domínguez tenía en La Fluvial una escuela a la que durante años fuimos a pintar. Mario pasó de vendernos Anteojito y Mafalda a la TV Guía. Y los almacenes daban la yapa hasta que aparecieron los supermercados, recuerda Laura, quien también asegura: De mi generación muchos nos fuimos, pero algunos retornamos. Hoy las cosas cambiaron, hay grandes edificios y la yerbatera es un pozo, donde se levantará un hipermercado.
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