Año CXXXIV
 Nº 48.996
Rosario,
domingo  14 de
enero de 2001
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Impuestos. El gobierno busca un nuevo acuerdo federal
El camino de la reforma fiscal conduce hacia las provincias
La Nación quiere reemplazar ingresos brutos y sellos por un gravamen a las ventas

José Calero

La Capital
Tras la obtención del blindaje financiero, el gobierno se enfrascó ahora en otra batalla que considera clave para alcanzar la reactivación en el 2001: la reforma impositiva. El objetivo es aumentar la competitividad de las empresas eliminando impuestos distorsivos que desalientan la inversión, y mejorar la recaudación a través de gravámenes que posibiliten un mejor control. También se busca dar estabilidad fiscal al menos por cinco años. Los cambios comenzarían a regir en el 2002 y gran parte de ellos están atados a un nuevo acuerdo con las provincias.
Les estamos pidiendo a los gobernadores eliminar el impuesto a los ingresos brutos sólo para aquellos sectores donde la competitividad se vea afectada por la aplicación de este tributo, señaló el subsecretario de Relaciones con las Provincias, Oscar Cetrángolo.
La coordinación del diseño de la agenda de temas impositivos está en manos del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, quien arrancó la ronda de consultas con el ex ministro Domingo Cavallo. El inicio fue fallido, porque Cavallo declinó integrar una comisión de reforma tributaria, y convenció al gobierno de que en realidad la iniciativa de crear un cuerpo de notables para definir el tema poco aportaba a la cuestión de fondo. Así, se optó por dejar de lado la comisión y continuar la ronda de consultas, pedir una agenda de temas a referentes de distintos sectores, y luego elaborar un documento sobre la base de esas iniciativas.
El compromiso federal firmado con las provincias incluye la armonización de políticas tributarias, y en ese marco se inscribe esta reforma. En el marco de esa ronda de consultas, el gobierno ya tomó también contacto con Jorge Remes Lenicov y Oscar Lamberto, del PJ, y Beatriz Nofal y Raúl Baglini (rechaza privatizar el cobro de impuestos), del radicalismo. También con funcionarios del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y ministros de Economía de otras provincias. El subsecretario de Ingresos Tributarios, Juan Carlos Gómez Sabaini, está trabajando codo a codo con Colombo en estos temas. Colombo realiza consultas, además, con el Instituto de Estudios Fiscales de España, y el Instituto de Política Económica Aplicada de Brasil.
La conclusión hasta ahora es clara: transformar la estructura impositiva es más complicado de lo que parece. El principal escollo es que ingresos brutos representa, en promedio, el 60% de los ingresos públicos que recaudan las administraciones provinciales. Por eso, el secretario de Hacienda y Finanzas de la Ciudad de Buenos Aires, Miguel Pesce, pidió prudencia en el proceso de reforma tributaria.

El camino federal
Pero desde el Ministerio de Economía quieren insistir con este tema: Lo importante es corregir el problema que generan los impuestos a los ingresos brutos y a los sellos, disparó, sin vueltas, Cetrángolo, el hombre en quien José Luis Machinea depositó el mandato de arribar a un acuerdo con las provincias.
Según explicó Cetrángolo, la idea es ir eliminando la imposición sobre los sectores transables (que se pueden exportar) y compensarlo con otro tipo de gravamen. No obstante, el propio funcionario advirtió que hay que tener cuidado con dejar de lado este gravamen, pues la mitad de los recursos provinciales son producto de la recaudación de este impuesto.Cavallo ya fijó posición clara en este tema: El sistema impositivo tiene que gravar la ganancia y el valor agregado cuando se transforma en ingresos líquidos, efectivos, para el productor, el perceptor del ingreso, señaló.
Para el diputado santafesino Oscar Lamberto, todas las reformas deben apuntar hacia la obtención de un sistema más simple de recaudación. Simplificar y generalizar, es la propuesta del hombre que hasta el final del mandato de Carlos Menem encabezó la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados. Por su parte, Remes Lenicov consideró que hay tres puntos que no deben faltar: uno es el referido a la estructura interna de los impuestos nacionales, otro la relación con las provincias y la sustitución de impuestos distorsivos y cómo se compensan, y el tercero, la administración tributaria.
Javier González Fraga, ex presidente del Banco Central, advirtió que la reforma tributaria no tiene que ser para recaudar más, sino mejor, y propuso eliminar el IVA para reemplazarlo por impuestos a las manifestaciones de riqueza, como los intereses de plazos fijos de las empresas.
En tanto, Cetrángolo adelantó que la idea que baraja el gobierno es ir fijando un cronograma para avanzar en la reforma y que sean las propias provincias las que vayan sustituyendo impuestos sin resignar recursos fiscales. Todavía no se sabe si el tributo que sustituya a ingresos brutos terminará siendo un IVA o un impuesto a las ventas, explicó.
En las provincias hacen cuentas y la meta es salir empatados al término de la reforma, una meta complicada si se tiene en cuenta que el sector privado pide a gritos menos impuestos. Así se lo hicieron saber empresarios de primera línea al presidente Fernando de la Rúa, durante el último encuentro que mantuvieron en la Casa Rosada. Es fundamental que en la Argentina se analice cómo bajar la carga tributaria y que las reglas de juego sean estables en el tiempo, fue el pedido efectuado por Jorge Aguado, directivo de Socma y uno de los hombres fuertes de Idea, la entidad que nuclea a las principales compañías del país. En la misma línea, Oscar Vicente, de Pérez Companc, destacó la necesidad de que exista estabilidad fiscal, en especial en el sector minero.

Los reclamos
Pero desde el Ministerio de Economía quieren insistir con este tema: Lo importante es corregir el problema que generan los impuestos a los ingresos brutos y a los sellos, disparó, sin vueltas, Cetrángolo, el hombre en quien José Luis Machinea depositó el mandato de arribar a un acuerdo con las provincias.
Según explicó Cetrángolo, la idea es ir eliminando la imposición sobre los sectores transables (que se pueden exportar) y compensarlo con otro tipo de gravamen. No obstante, el propio funcionario advirtió que hay que tener cuidado con dejar de lado este gravamen, pues la mitad de los recursos provinciales son producto de la recaudación de este impuesto.Cavallo ya fijó posición clara en este tema: El sistema impositivo tiene que gravar la ganancia y el valor agregado cuando se transforma en ingresos líquidos, efectivos, para el productor, el perceptor del ingreso, señaló.
Para el diputado santafesino Oscar Lamberto, todas las reformas deben apuntar hacia la obtención de un sistema más simple de recaudación. Simplificar y generalizar, es la propuesta del hombre que hasta el final del mandato de Carlos Menem encabezó la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados. Por su parte, Remes Lenicov consideró que hay tres puntos que no deben faltar: uno es el referido a la estructura interna de los impuestos nacionales, otro la relación con las provincias y la sustitución de impuestos distorsivos y cómo se compensan, y el tercero, la administración tributaria.
Javier González Fraga, ex presidente del Banco Central, advirtió que la reforma tributaria no tiene que ser para recaudar más, sino mejor, y propuso eliminar el IVA para reemplazarlo por impuestos a las manifestaciones de riqueza, como los intereses de plazos fijos de las empresas.
En tanto, Cetrángolo adelantó que la idea que baraja el gobierno es ir fijando un cronograma para avanzar en la reforma y que sean las propias provincias las que vayan sustituyendo impuestos sin resignar recursos fiscales. Todavía no se sabe si el tributo que sustituya a ingresos brutos terminará siendo un IVA o un impuesto a las ventas, explicó.
En las provincias hacen cuentas y la meta es salir empatados al término de la reforma, una meta complicada si se tiene en cuenta que el sector privado pide a gritos menos impuestos. Así se lo hicieron saber empresarios de primera línea al presidente Fernando de la Rúa, durante el último encuentro que mantuvieron en la Casa Rosada. Es fundamental que en la Argentina se analice cómo bajar la carga tributaria y que las reglas de juego sean estables en el tiempo, fue el pedido efectuado por Jorge Aguado, directivo de Socma y uno de los hombres fuertes de Idea, la entidad que nuclea a las principales compañías del país. En la misma línea, Oscar Vicente, de Pérez Companc, destacó la necesidad de que exista estabilidad fiscal, en especial en el sector minero.



Colombo tentó a Cavallo para dirigir la reforma impositiva.
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