José María Tessa tomó nota de la intención ministerial de extender el ciclo lectivo, y no tardó en responderle: ¿Quiere que haya 200 días de clase como en los países desarrollados? Muy bien, le recuerdo que en Francia un maestro gana 1.800 dólares; en España, 1.500; en Estados Unidos, más de 2.000, y en Canadá, 1.800. Los países que se proponen esas cosas destinan sueldos cinco veces mayores que los de la Argentina. El salario es también el valor que se da a una función. Aquí, el trabajo de brindar educación se valora en 300 pesos mensuales, espetó. Y para rematar, consideró que el ministerio está cercenando el cumplimiento de los días de clase: el hacinamiento, los salarios de hambre y la inestabilidad de los maestros también atentan contra el normal desarrollo del ciclo lectivo.
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