Gustavo Conti
Los días pasan con mucha incertidumbre. El 2000 no terminó bien para Daniel Quinteros y el futuro le depara varios interrogantes que no le permiten disfrutar a pleno las merecidas vacaciones que todo jugador acredita a fin de año. El Negro tiene varios frentes abiertos y un deseo que acuña con cierta amargura: Me quiero ir de Central, dice, y se le nota que quisiera que las cosas fueran distintas y que su nombre no hubiera aparecido en una supuesta lista de prescindibles que habría elevado Edgardo Bauza. A la vez, sostiene que no sólo no le guarda rencor al Patón sino que le agradece que lo apartara del equipo en la última parte del año para resguardar su físico, golpeado por una molestísima pubialgia que hoy trata de superar. Así anda quien fuera hasta hace poco el volante central indiscutido auriazul, navegando en las contradicciones propias de quien debe elegir un camino que no tiene muy claro cuál es. Quinteros no se movió de Rosario desde que tomó licencia antes de que terminara el Apertura. Desde entonces realiza tareas físicas específicas y dice sentirse bastante bien de la lesión, aunque es precavido cuando se refiere a la pretemporada: Vamos a ver cómo respondo en la montaña cuando se duplique el esfuerzo. Es un dolor muy traicionero, refiere. Y para ejemplificar se refiere al partido que jugó bajo la lluvia ante Argentinos Juniors, donde no tuve ninguna molestia en un terreno superbarroso, y el siguiente ante Unión, donde hubo sol y no me podía ni mover. Ese partido en Santa Fe fue el último hasta el momento del Negro. A partir de allí empezó su calvario, porque el Patón lo excluyó y él quería volver para el clásico. Inclusive, ya quería hacerlo en el partido anterior con Gimnasia y fue entonces cuando se enojó con Bauza y tiró la bronca a través de una emisora radial. Y pese a que el Negro le pidió luego disculpas, su nombre empezó a sonar como prescindible, e inclusive habría figurado en una lista elevada por el técnico a los dirigentes. -Tu representante, Ricardo Schlieper, manifestó públicamente hace poco que tuvo conocimiento de esa lista en la que vos figurabas. -La verdad es que no sé nada de la lista. Además, hace mucho que no hablo con Schlieper y lo hago más seguido con Basualdo (Fabián, socio de aquel). Pero sí sé que me quiero ir, que para mi tranquilidad sería bueno que me fuera a otro club. -¿No tiene nada que ver esa supuesta lista con este deseo de irte? -No, no. El fútbol es así. Los equipos se renuevan y uno a veces no es tenido en cuenta y entonces tenés que irte. -¿Hablaste con Bauza? ¿Te dijo que no ibas a ser tenido en cuenta? -No, con Bauza no hablé y nunca me dijo que no me iba a tener en cuenta. No tengo dudas de que si me quedo, juego. Mi única preocupación es recuperarme de la pubialgia y si lo logro voy a pelear el puesto, porque a mí nadie me regaló nada. Si llegué a ser el volante central del equipo es porque el técnico algo me habrá visto. -¿Entonces no hay ningún problema con Bauza que te motive a irte? -No, al contrario. El me demostró que tenía razón cuando me excluyó del equipo, porque estaba jugando regalado y me hizo bien pararme. Yo sabía que no estaba bien, pero en ese momento quería jugar y me calenté porque no me ponía. -¿Tu bronca de esos días tenían que ver con que cuando Bauza te necesitó te pidió que jugaras, en aquel partido clave con Colo Colo en Chile, por la Mercosur, era un momento en que el Patón estaba en la cuerda floja? -En ese momento los dolores no eran tan intensos como los que tuve después. Con Bauza no hubo problemas. Yo me enojé y lo dije por radio, hablé de más, pero después me arrepentí y le pedí disculpas. -Entonces, ¿por qué te querés ir de Central si no hay problemas con el técnico y creés que podés recuperar la titularidad si la luchás? -Y, la situación es incómoda. Se generó un clima feo con todo lo que pasó y lo que se dice de que soy prescindible. Todo eso te va diciendo que es mejor irse para ganar en tranquilidad. No me gustó para nada todo lo que viví y pienso que es mejor cambiar. -¿Y surgió alguna posibilidad? -Por ahora no, pero algo va a salir y veremos qué hago en ese momento.
| |