Una de las líneas que analizan los pesquisas es la que sostiene que los crímenes pudieron ser perpetrados por Sergio Santillán para quedarse con la propiedad en la que vivían los Zarnich y con sus pertenencias y electrodomésticos. Ese inmueble, valuado en 60 mil dólares, era un terreno fiscal y según trascendió Santillán instruyó a su madre (Zulema Fernández, que no está vinculada a la causa) para que iniciara trámites en la Municipalidad local para quedarse con la propiedad. De hecho, dijeron las fuentes consultadas, apenas desaparecieron, Santillán le dijo a su madre que ocupara la vivienda para cuidarla porque los Zarnich habían tenido que huir hacia Uruguay porque habían hecho un mal trabajo. Además, le explicó a su madre que por ese motivo él había comprado su automóvil y los electrodomésticos, aunque después al ser detenido se desdijo y contó que el matrimonio le había regalado todo antes de partir. Esto llamó la atención de los investigadores que dijeron que el detenido incurrió en equívocos, mentiras y contradicciones, aseguró la fuente policial.
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