Santiago. - Al concluir el plazo para recoger información bajo secreto, las fuerzas armadas, las iglesias y la masonería entregaron ayer al gobierno datos sobre el paradero de tan sólo algunos cientos del millar de detenidos desaparecidos durante la dictadura. La calidad de la información va a ser evaluada de manera más precisa y definitiva por los tribunales de Justicia, dijo el vocero oficial Claudio Huepe. Señaló que el presidente Ricardo Lagos está estudiando los antecedentes y que mañana o lunes dará un informe al país. En todo caso dio instrucciones para que los antecedentes sean entregados también a los familiares de las víctimas cuyo paradero podría ser determinado.
El plazo de seis meses, que vence hoy, fue convenido al concluir en julio una mesa de diálogo de casi un año durante el cual las fuerzas armadas y los civiles de organizaciones religiosas y activistas de derechos humanos reprobaron y lamentaron los excesos cometidos durante la dictadura del general Augusto Pinochet. Lagos entregará posiblemente hoy los antecedentes recopilados al Poder Judicial para que inicie las investigaciones a fin de dar con el paradero de los desaparecidos.
Tensión militar
La entrega de antecedentes coincidió con los desesperados esfuerzos que hace Pinochet para evitar ser juzgado por al menos 55 homicidios y 18 secuestros de desaparecidos. Algunos de los jefes militares, que esta semana abogaron por una salida política y el término de los procesos a Pinochet y decenas de ex uniformados, anticiparon que el ambiente de tensión por el juzgamiento del ex gobernante militar dificultaría el aporte de antecedentes. Al concluir el plazo prevalecía el pesimismo en el gobierno y la entrega de la información recogida pareció confirmar ese sentimiento \Lagos recibió por separado a representantes de diversos credos y al obispo castrense Pablo Lizama, quien llegó con los antecedentes reportados por las fuerzas armadas. El primero en reunirse con Lagos fue el Gran Maestro Jorge Carvajal, quien dijo que la información recibida por la masonería es vaga y podría ser útil para ubicar de 3 a 400. Todo depende de las diligencias que se realicen y la veracidad de los informes que nosotros no estamos en condiciones de verificar, sino de calificar. Pero conjeturó que los datos podrían permitir ubicar a unos 30 restos.
El secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Manuel Camilo Vial, señaló en rueda de prensa que la Iglesia logró recolectar información sobre unos 38 casos de desaparecidos. El prelado consideró significativos los antecedentes que las iglesias, la masonería y las fuerzas armadas entregaron al gobierno y que a su juicio le permitirán al Poder Judicial avanzar en el esclarecimiento de la verdad.
Pero el representante de la Iglesia Católica, que tuvo un intenso compromiso con la defensa de los derechos humanos que le costó fuertes roces con Pinochet, señaló que tendremos que ver otras formas de seguir avanzando en este camino de la verdad.
Por su parte, el representante de la comunidad judía, León Cohen, manifestó que sólo había aportado datos generales. Por las características de la información recibida, nos ha resultado completamente imposible determinar ni siquiera la cantidad de víctimas a que se refieren los antecedentes que tenemos. Tampoco los nombres de las personas, agregó Cohen.
El obispo evangélico Neftalí Aravena manifestó también que la información es muy general, pero que los específicos serían tan sólo 13 ó 14 casos. El último en llegar hasta la sede presidencial para reunirse con Lagos fue monseñor Pablo Lizama. Destacó el esfuerzo de los militares, pero admitió que el trabajo pudo haber sido bueno para algunos y malo para otros. No entregó detalles. Versiones de prensa habían señalado que los militares informarían de unos 200 casos.