El ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez aseguró ayer que sigue apostando fuerte a la Alianza y calificó como buena a su relación con el gobierno, aunque volvió a cuestionar por inoportuno el decreto presidencial que reformó el sistema jubilatorio. Alvarez formuló declaraciones al arribar al aeropuerto de San Carlos de Bariloche junto a su esposa, Liliana Chiernajovsky, y su hija Lucía, con quienes pasará una semana de descanso en un posada en Villa La Angostura, a orillas del lago Nahuel Huapi.
El ex vicepresidente dijo no estar al tanto de que su estadía en la villa de montaña coincidiría con la del presidente Fernando de la Rúa, quien, según algunos trascendidos, arribaría el miércoles 10 a la cercana localidad de San Martín de los Andes.
De todos modos, negó que esté prevista la realización de encuentro alguno con el presidente, ya que si quisiéramos encontrarnos podríamos hacerlo en Buenos Aires en cualquier momento.
Vine dispuesto a descansar y a pasar unos días con mi familia, dijo Alvarez, poco antes de abordar el vehículo con el que recorrió los 90 kilómetros que separan al aeropuerto local del Hotel Dos Bahías, de Villa La Angostura.
Al comentar aspectos de su relación con el gobierno nacional, Alvarez apreció que es buena y señaló como ejemplo de ello que muchas de las cosas que planteó en las propuestas que le hizo llegar a De la Rúa están avanzando.
Citó como uno de los proyectos que tuvieron buena acogida en el gobierno a la realización de una reforma impositiva profunda, que simplifique el sistema en beneficio de las economías regionales, las pymes, la producción y la inversión.
El ex vicepresidente dijo que su propuesta de simplificar los planes sociales, también está siendo estudiada por el gobierno.
Un tema inoportuno
Alvarez centró las diferencias del Frepaso con el gobierno en la temática previsional, ya que a su juicio es un momento inoportuno para plantear ese debate.
El líder frepasista señaló que la medida reduce ingresos a los futuros jubilados, por lo que parece inadecuado ingresar en esa discusión en estos momentos.
Cuando se le hizo notar que la reforma previsional es una de las exigencias del Fondo Monetario Internacional para conceder el blindaje financiero, Alvarez señaló que el FMI no puede exigirle al país una medida de ese tenor por decreto.
Alvarez juzgó que el blindaje financiero acordado con organismos internacionales da un cierto respiro y, combinado con la baja de las tasas de interés en Estados Unidos, es uno de los elementos que permitirán bajar el costo financiero argentino.
Señaló que esto puede ser una gran ayuda para la reactivación, ya que con el blindaje se gana tiempo, pero advirtió que esto no genera automáticamente desarrollo, progreso y crecimiento con equidad.
El ex vicepresidente llamó la atención sobre el descontrol que existe sobre las empresas privatizadas y advirtió que sigue pensando que el Estado controla poco y mal.
Para Alvarez, el descontrol estatal sobre las empresas privatizadas termina siendo pagado de un modo u otro por los usuarios de los servicios públicos.
El ex vicepresidente anunció, además, que a principios de febrero dará a conocer sus propuestas para ajustar la política, con lo cual -aseguró- el Estado podría ahorrar 400 millones de dólares anuales.
Alvarez anticipó que el trabajo que confecciona la Fundación Auyero pondrá de relieve distorsiones injustificadas e irritantes en cuanto a los ingresos que perciben legisladores y funcionarios en distintas provincias y ciudades argentinas.