Cuando se iniciaron los estudios sobre vitaminas se produjo una cierta confusión que llevó a etiquetar con distintos nombres a la misma vitamina. Como, por ejemplo, la vitamina B5, que es en realidad la misma que la B6; o la B3, que es una mezcla de niaciana y ácido fólico, o la vitamina M, que no es otra cosa que el ácido fólico.
Los errores se aclararon, pero la moda de los alimentos saludables ha llevado a que se etiqueten como tal a sustancias que en realidad no lo son y que se dote de milagrosas propiedades a otras de escasa relevancia.
Miguel Calvo, experto en nutrición de la Universidad de Zaragoza (España), comenta que se está aprovechando la moda de los alimentos sanos para hacer creer que una serie de sustancias son vitaminas. Esto no es más que un fraude.
Nuria Esteban, nutrióloga de Barcelona, indica que la mayoría de estas sustancias son inocuas para la salud, pero no dejan de ser un engaño cuando se etiquetan como tal.
El Departamento de Nutrición de la Universidad de Zaragoza ha elaborado un listado con las supuestas vitaminas más habituales:
u Vitamina F: en realidad son dos ácidos grasos, necesarios para el organismo, linoleico y linolénico. No se pueden sintetizar y se obtienen de las grasas naturales, pero no es una vitamina.
u Vitamina B15: sustancia presente en la mayoría de las semillas, es poco relevante e inútil para el organismo.
u Vitamina B17: ni es una vitamina ni tiene ningún papel metabólico en el organismo humano. Es muy tóxica porque en el estómago produce cianuro. Su venta está prohibida en todo el mundo porque se han producido varias muertes por su ingestión.
u Lecitina: es un fosfolípido y el organismo humano es capaz de sintetizar todos los fosfolípidos que necesita. Suele utilizarse como aditivo alimentario. Se ha llegado a decir que adelgaza, pero en realidad es una grasa y como tal aporta calorías (es decir, engorda).
u Paba: siglas del ácido para-amino benzoico. Esencial para algunas bacterias, completamente innecesario para el ser humano.
u Carnitina: no sólo no es una vitamina, sino que el organismo puede fabricar toda la que necesite.
u Inositol: esta sustancia es una vitamina para algunos insectos y bacterias, y los ratones pierden el pelo si no está presente en su dieta. Esta peculiaridad ha sido utilizada para venderla como un preventivo de la calvicie. El organismo humano es capaz de fabricar la cantidad necesaria.
La nutrióloga Esteban recuerda que lo más sano es lo más natural, como la dieta mediterránea. Si la seguimos adecuadamente, nuestras necesidades metabólicas están suficientemente cubiertas y no se hace necesario recurrir a ningún suplemento nutricional.
Y si aún así se desea complementar la dieta con un suplemento, Esteban aconseja elegir los que están suficientemente contrastados y avalados y rechazar las modas que no están respaldadas por investigaciones cualificadas.