El grupo de música pop Alma Mater ofrecerá un concierto de despedida del año hoy, a las 19, en la explanada del Parque de España, con entrada libre y gratuita. La banda que integran Italo Pomata (guitarra y voz), Diego Barrionuevo (batería), Paul de los Santos (teclados) y Franco Absi (bajo) cuenta con una discografía que se inició con la grabación de Sentimientos (1995) y continuó con Culpable de mi amor (1996), Sueño en Bariloche (1998), Sólo por vos (2000) y su último trabajo, Siete días, que será presentado en el show de esta noche. Vamos a ofrecer un espectáculo original sobre un camión con el que recorrimos distintas ciudades del país, equipado con sonido propio y con pantallas donde se proyectan imágenes, anticipó Italo Pomata en un diálogo que mantuvo con Escenario. Este show es para ofrecer nuestro agradecimiento a Miguel Mateos y para mostrar el material de nuestro último compacto «Siete días», dijo el cantante y compositor. El grupo comenzó su carrera artística en 1993 con una presentación en la disco Garage, de Rosario. En 1994 la banda fue convocada por productores del canal estatal, por entonces denominado ATC, para presentarlos en el programa El gran debut. La invitación del canal porteño se repitió en 1995 y en ese año Alma Mater fue seleccionada como la mejor banda del interior del país. A principios de este año, en enero, tocamos en Santa Rosa de Calamuchita y volveremos en la temporada que viene, recordó Pomata. El grupo realizó presentaciones en medios de Buenos Aires y sus integrantes no ocultan su extrañeza ya que tienen más canales expresivos fuera de Rosario que en su propia ciudad: Estuvimos en Rock del país, el programa del canal Volver que conduce Nicolás Pauls. Lamentamos el hecho de hacer todo en Buenos Aires. También habíamos estado en ATC y en el programa Atorrantes. En realidad actuamos más afuera que en Rosario mismo, admitió el guitarrista y cantante. Yo atribuyo esta circunstancia un poco a la casualidad y a que en Rosario no hay lugares para tocar, concluyó. Alma Mater profesa una constante admiración por Miguel Mateos. En 1998 nos convocaron para un homenaje que se le hizo a Miguel en Villa Ballester, Buenos Aires, reveló Pomata. Me felicitó por el trabajo, la actitud y el empeño, tres valores que Mateos considera inobjetables, subrayó el cantante con inocultable satisfacción.
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