Año CXXXIV
 Nº 48983
Rosario,
sábado  30 de
diciembre de 2000
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La elegida de la semana
Ojos de video: "Lista de espera"
Juan Carlos Tabío, en Lista de espera, da batalla a las adversidades

Un cuento del cubano Arturo Arango fue el punto de partida para Lista de espera, rodada por el cineasta cubano Juan Carlos Tabío, codirector de Fresa y chocolate y Guantanamera, dos filmes que trascendieron al mercado internacional.
La idea central es que los proyectos no siempre resultan de acuerdo a lo previsto. Teniendo en cuenta que el filme es una parábola sobre la situación social y política en Cuba, la palabra proyecto adquiere una dimensión acotada a la realidad de la isla.
El relato se desarrolla en una estación de ómnibus donde un grupo de personas espera que parta el último micro hacia La Habana. Después de varias horas, finalmente el motor de la desvencijada guagua se pone en marcha, nada más que para descomponerse segundos después y dejar a todos varados en medio de la nada.
A medida que pasan las horas, la cámara descubre la intimidad de los personajes, como un joven ingeniero militante, una mujer a punto de casarse con un español, o un ciego que desarrolló una personal estrategia de supervivencia. Mientras algunos caen en la desesperanza, otros deciden tomar partido para reparar el micro. En esa tarea conjunta van descubriendo lo mejor de cada persona para hacer su aporte individual a un objetivo común.
El filme recurre a una simbología bastante obvia: si hay una historia de amor, es para mostrar que las diferencias ideológicas entre un militante y una mujer que quiere emigrar pueden ser irreconciliables, o si falta una pieza del motor, es para denunciar que el desmembramiento de la Unión Soviética y el bloqueo estadounidense dejaron a Cuba sin provisiones.
En los papeles de Emilio y el ciego vuelven a aparecer al frente del elenco de una película cubana, Vladimir Cruz y Jorge Perugorría, quienes interpretaron al militante, el primero de ellos, y al gay el segundo, en Fresa y chocolate. Otros roles importantes fueron cubiertos por las actrices cubanas Thaimi Alvariño y Alina Rodríguez y por los actores españoles Antonio Valero y Saturnino García.
El director Juan Carlos Tabío insiste con hacer un llamado a resistir las condiciones de precariedad y regresa sobre algunos temas ya abordados en Fresa y chocolate y Guantanamera, pero lo hace sumando una cuota de realismo mágico al libro de Arango.
Cal: 3 estrellas.



El filme de Tabío es un llamado a la resistencia.
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