En Moscú, un destacado científico de la Academia Rusia de las Ciencias se pronunció ayer contra la clonación del líder bolchevique y fundador de la extinta Unión Soviética, Vladimir Lenin.
En teoría es posible la clonación de Lenin, señaló el biólogo Ilia Sbarski, porque en el cadáver embalsamado seguramente quedan suficientes moléculas de ADN.
Pero tiene poco sentido ÐagregóÐ clonar a una persona cruel como Lenin tan resuelto a destruir al hombre, dijo el científico a la agencia de noticias Interfax.
Sbarski exigió además sacar el cuerpo de Lenin del mausoleo de la Plaza Roja en Moscú. El símbolo de la tiranía no debería mostrarse ante los muros del Kremlin como objeto de culto, afirmó el investigador.
El padre de Sbarski, Boris, perteneció al grupo de científicos que embalsamaron el cuerpo de Lenin tras su muerte en 1924. Más tarde, el propio Ilia Sbarski perteneció al equipo científico que vigilaba periódicamente el estado del cadáver.
Manipulación de células
Por otra parte, fuentes próximas al Vaticano calificaron de arriesgado y controvertido un documento científico que prepara el camino en Italia para la clonación de células embrionales con fines terapéuticos, indicó ayer Avvenire, el diario oficial de la Conferencia Episcopal italiana.
En el artículo se critica además el apoyo del estudio al uso de células tomadas de adultos en vez de embriones, asegurando que la validez del método no ha sido probada todavía. A mediados de este año, el Papa Juan Pablo II condenó como moralmente inaceptable la clonación de embriones.
Por su parte, el ministro de Sanidad italiano, Umberto Veronesi, había calificado de revolucionario el informe de un equipo de 25 científicos encabezados por el premio Nobel Renato Dulbecco en el que se asegura que la clonación de embriones podría ser la clave en la lucha contra enfermedades del sistema nervioso hasta ahora incurables, como los males de Alzheimer o Parkinson.