Santa Fe.- Mario César Fendrich volvió a ser noticia pública el jueves pasado cuando para sorpresa de quienes lo atendieron se hizo presente en una comisaría de esta ciudad para denunciar que había sido víctima de un robo.
El célebre ex subtesorero de la delegación local del Banco de la Nación Argentina, autor del denominado robo del siglo por el que integró la afamada nómina de records Guinnes en 1994 cuando se llevó 3.200.000 pesos que hasta el día de hoy no aparecieron, se apersonó en la comisaría 3ª para denunciar que le habían sustraídos de su lugar de trabajo un radiograbador y varias herramientas.
Fendrich goza de libertad condicional (luego de haber purgado los dos tercios de su condena en la cárcel de Las Flores) y trabaja en un taller de cielorrasos moldea dos en yeso propiedad de su hijo ubicado en Marcial Candioti al 3100.
En ese domicilio ingresaron en la madrugada del 28 los ladrones que se alzaron con el botín denunciado por quien sigue siendo un personaje público de ésta ciudad. Los malvivientes rompieron el vidrio de una de las ventanas de la vieja casona en la que funciona el taller y se llevaron, según la nómina descripta por Fendrich a la policía, una agujereadora, un taladro y una caladora eléctricos, un radiograbador y otras cositas por un valor total de $ 1.500.
El incidente no dejó de llamar la atención y rápidamente despertó el interés mediático e incluso se convirtió en la principal materia de conversación para el personal de la comisaria enla que fue radicada la denuncia donde no pasó desapercibida la fecha del robo.
Al principio pensábamos que estábamos frente a una clásica broma del Día de los Inocentes que nos hacía Fendrich pero él es un hombre serio. Después pensamos que pudieron habérsela hecho a él, pero o fue así. El robo, por más curioso e irónico que resulte fue en serio y seguramente los ladrones desconocían la identidad de quien sería su víctima, le dijo a La Capital un efectivo de la policía.
El ex subtesorero saltó a la notoriedad pública a partir del 23 de septiembre de 1994, cuando se fue de la sucursal del Banco Nación donde trabajaba con 3.200.000 pesos.
Me voy a pescar, le dijo en ese instante a sus compañeros de trabajo, después de haberse despedido de su mujer con la misma excusa. Todos le creyeron, porque sabían que Fendrich acostumbraba a realizar excursiones de pesca con sus amigos, así que a nadie le extrañó que saliera en esa misión.
El episodio recién fue descubierto cuatro días después de aquel viernes 23 -el martes 27, día para el cual había dejado programada la apertura automática del tesoro.A partir de entonces, Fendrich se mantuvo prófugo durante más de tres meses. El 10 de enero de 1995, cuando el pueblo santafesino estaba despidiendo los restos mortales de Carlos Monzón, se presentó en el juzgado federal de Raúl Dalla Fontana, quien interinamente reemplazaba a su colega Víctor Brusa, a cargo de la causa.
El 12 de noviembre de 1996, Fendrich fue condenado a 7 años y 2 meses de prisión con la inhabilitación absoluta y perpetua para ocupar cargos públicos al hallárselo culpable de peculado. Luego de estar preso en la cárcel de Las Flores, obtuvo su libertad condicional en octubre de 1999.
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La Ciudad
