Washington. - Como consecuencia de problemas causados por la nieve y el hielo murieron hasta ayer en Estados Unidos 41 personas y 600.000 hogares están sin electricidad. En el Estado de Nebraska, en una carretera con placas de hielo, un autobús de la compañía Greyhound sufrió un accidente en el que según los medios de comunicación resultaron heridas 33 personas. Mientras, también la costa este de Estados Unidos se ve amenazada por una fuerte ventisca. En la madrugada de ayer se esperaba que en los Estados del Atlántico, desde Carolina del Norte hasta Pennsylvania, se acumularan más de veinte centímetros de nieve.
Los meteorólogos temían que en el noroeste del país se unieran más tarde dos tormentas y que causaran graves daños. En el Estado de Nueva York se contaba con fuertes vientos y abundantes nevadas.
El presidente Bill Clinton declaró zonas catastróficas los Estados más afectados por las fuertes tormentas de nieve: Arkansas y Oklahoma. Con esta decisión, Clinton hace posible la concesión de ayudas federales a ambos Estados. También Texas se vio seriamente afectada por la situación meteorológica, y 22 personas perdieron la vida a causa del mal tiempo. Anoche más de mil conductores quedaron detenidos por la nieve en la autopista interestatal 20. Hubo retenciones de más de 20 kilómetros. En el aeropuerto internacional de Dallas-Fort Worth fueron suspendidos cientos de vuelos.
El río Mississippi continúa con una gruesa capa de hielo en un tramo de 800 kilómetros de largo entre St. Paul, en Minnessota, y Rock Island, en Illinois. Como consecuencia de esto, el tráfico fluvial en una de las principales vías de este tipo en Estados Unidos afronta serias dificultades.
Sal y arena
Cientos de camiones fueron adaptados para remover la nieve en la ciudad de Nueva York, donde se volcarán miles de toneladas de sal y arena para despejar las principales calles, túneles y puentes y se volcarán millares de litros de un producto para remover el hielo, ante el anuncio de fuertes tormentas heladas en todo el noreste de Estados Unidos. Se trata de los temporales que castigaron el sur y el centro de ese país que, a la altura de Luisiana y la Florida, se encontraron y dieron un giro hacia el noreste. Los pronósticos sobre la dirección y la intensidad del fenómeno varía y lo único que se sabe con certeza es que hacia el amanecer de hoy llegará a la región metropolitana neoyorquina.
La municipalidad de Nueva York está suscripta a tres grupos de pronóstico del tiempo y el pronóstico indica que la tormenta puede descargar entre 20 y algo más de 30 centímetros de nieve. Pero también indicó que existe la posibilidad de un desvío en la dirección del eje del fenómeno, en cuyo caso el grueso de la nieve caerá en el mar. Cada tormenta tiene una personalidad única. Cada pronóstico toma en cuenta diferentes indicadores. Eso es lo que crea estas diferencias entre los meteorólogos, dijo George McKillop, que encabeza un equipo de expertos del servicio Meteorológico Nacional en Nueva York.
El vocero del Departamento de Limpieza local, Peter Fentey, dijo que cada uno de los 353 camiones que dispersan sal en los caminos fueron cargados con 16 toneladas de ese producto y se concentrarán en lugares estratégicos.
La Ciudad
