Granadero Baigorria. - Un grupo de vecinos y entidades en defensa de la vivienda única pudo interrumpir el remate del hogar de un pequeño empresario baigorriense que se vio obligado a solicitar un préstamo de siete mil pesos, que después no logró cubrir. La base del remate era de 18 mil pesos y el martillero que debía hacer la ejecución hipotecaria no concurrió al juzgado local. Este pudimos pararlo, si hay otros no sabemos que puede pasar, dijeron los manifestantes. Edgardo Costa tenía una pequeña empresa contratista con la que hacía trabajos para industrias ubicadas en Puerto San Martín. Necesitaba capital para seguir trabajando y no pude cumplir con el prestamista. Intenté arreglar la deuda de siete mil pesos entregando una chata, pero no quiso aceptar, explicó. En las puertas del juzgado comunal, a cargo de Guillermo Bof, se aglutinaron unos cien vecinos, entre los cuales se encontraban integrantes de diferentes organizaciones sociales. Queremos agradecer a la prensa, ya que sin la difusión que se da a nuestra actividad no podríamos juntar a la gente, expresó un integrante de una de las organizaciones para agregar que antes para hacer el trámite de incorporar la casa como bien de familia era costoso, pero ahora no vale más de dos pesos y uno se evita un montón de problemas. El remate estaba previsto para las 11 pero el martillero Juan Carlos Romero no se presentó ni tampoco llegó el edicto al juzgado. Yo no tengo nada que ver. La notificación llega y el juez sólo oficia de veedor para garantizar que se realice legalmente la ejecución, explicó Bof.Mi función es fiscalizar, pero no tengo ni siquiera una llamada informal del martillero. Yo estaba de licencia pero al reincorporarme me tendrían que haber informado, agregó el letrado. Sin embargo una funcionaria judicial se mostró desconcertada ¿ No habrán enviado notificación a otro juzgado por eqivocación?, reflexionó. El hermano de Costa estaba confuso e indignado. Esto no es juego, mi hermano se endeudó para poder cumplir con la gente. El 21 de este mes le llegó la notificación del remate y rápidamente lo ejecutan, sin embargo ahora nadie se presenta, ni el deudor ni el martillero, replicó. Un grupo de vecinos se mantuvo desde las 10 hasta las 13 en la puerta del juzgado ante la duda que se presentara el martillero o bien llegara el oficio para proceder al remate. Sabemos que por la presión que ejercimos no se acercó el rematador, pero ¿hasta cuando seguiremos así?, se preguntó uno de los manifestantes.
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