Dañiel Leñini
En el último día hábil del año y de excelente humor, el gobernador Carlos Reutemann lanzó ayer la licitación del nuevo edificio del aeropuerto de Fisherton por 9,8 millones de pesos y señaló que se viene una época de gran desarrollo para Rosario. Tan envalentonado estaba el hombre que sorprendió respondiendo puede ser cuando le preguntaron si compartirá una formula presidencial con el vicegobernador de Buenos Aires, Felipe Solá.
La licitación del aeropuerto empezó bien. De diez empresas que habían comprado el pliego ayer se presentaron finalmente nueve: tres de Rosario, una de Santa Fe y las restantes cinco de Buenos Aires. El interventor del aeropuerto, Esteban Borgonovo, estimó que la adjudicación se hará en febrero para que los trabajos empiecen en marzo: comprenden la construcción de la planta baja y primer piso, ampliando la superficie cubierta de 3.200 metros cuadrados a 10.800, es decir, casi el triple.
Reutemann dijo frente a la prensa y a los empresarios: A esta obra la estaban pidiendo todos, es necesaria para una ciudad que mostró una notable mejoría y a la que tenemos que darle toda la infraestructura que requiera. Se viene una época de gran desarrollo para Rosario y más cuando en el 2002 tengamos listo el puente a Victoria y la autopista a Córdoba.
Ahí nomás, al toque, sacó un cheque del bolsillo interior del ambo y entregó al intendente Hermes Binner 750 mil pesos del fondo del conurbano. Un buen regalo de fin de año que estábamos esperando, respondió Binner. Es para seguir haciendo pavimento en los barrios; nos permitirá seguir mejorando la ciudad, aseguró el intendente.
Reutemann confirmó a La Capital que quería regresar cuanto antes a Santa Fe para alcanzar a firmar, en Sauce Viejo, el decreto de creación de la nueva sociedad Energía de Santa Fe (Esfesa SA), que acelere el proceso de privatización de la EPE. Y que con ese trámite listo esperaba viajar la semana próxima a Estados Unidos para una posible cirugía de columna vertebral que me tiene mal.
-Gobernador, ¿qué le parece el proyecto de reforma política de los diputados provinciales del justicialismo?
-Que está bien. Cuanto más se pueda acortar el tiempo de las campañas políticas, mejor. Y que se establezcan los mecanismos para que se sepa de dónde salen los fondos, que sea todo más transparente. Y también apoyo que se modere la influencia de los encuestadores, que se prohíban las encuestas 30 días antes de las elecciones.
-La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, dijo que en Santa Fe está bajando el desempleo.
-En las últimas encuestas, de octubre pasado, Santa Fe había mejorado la tasa de actividad económica descendiendo un poco el nivel de desempleo. Es un dato alentador y una tendencia interesante de mejoramiento. Si se hace una comparación de octubre 2000 a octubre del 99 no hay un descenso del desempleo, pero si se la relaciona con mayo sí, hay un repunte. Es una mejoría, al fin.
-En Rosario el 31 de diciembre se caen 1.400 planes Trabajar...
-Hay una buena noticia que trajo Roxana Latorre (subsecretaria de Promoción Comunitaria). Esos planes se postergan hasta el 31 de enero, y para esa fecha ya van a estar listos los del 2001. Se firmó un convenio con la ministra Bullrich que nos da algo de tranquilidad.
-¿Cuál es su mayor preocupación para el 2001?
-El tema social: la desocupación, la pobreza y que no se agrande la brecha entre los que más y menos tienen. El acuerdo federal entre Nación y provincia va hasta el 2005 y establece todas las condiciones para que arranque el país. Esperemos que así ocurra y que sea mejor que el 2000, que ha sido un año durísimo. Si a la Argentina le va mal, no habrá excusas.
-Ruckauf está lanzado y dijo que se ve presidente en el 2003. ¿Usted no se está quedando?
-Falta mucho para el 2003. Ruckauf seguramente será uno de los candidatos, quizás Menem-Bolocco sea otra de las candidaturas.
-Y usted con Felipe Solá.
-¿Cómo..?
-Le pregunto si irá con Felipe Solá.
-Puede ser. Habrá que ir a internas seguramente, pero yo diría que no me gusta hablar de esto, me parece un tema un poco descolocado para fin del año 2000. Estamos saliendo de un año durísimo para todos, dificilísimo, con el agravante del desprestigio de la dirigencia política, que no es poco.
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La Ciudad
