La consolidación de Franco Squillari y Mariano Puerta, los máximos exponentes del tenis argentino en la actualidad, y el constante surgimiento de figuras que autorizan a pensar en un futuro lleno de éxitos, tales los casos de Guillermo Coria y María Emilia Salerni, fueron los puntos más altos de una temporada sumamente positiva.
Como no ocurría desde hace muchísimo tiempo, el tenis nacional tocó este año la gloria en más de una oportunidad y sólo le quedó pendiente el ascenso al Grupo Mundial en la Copa Davis, asignatura a la cual apuntará con todo su poderío en el 2001.
Semana a semana, la nueva camada de jugadores nacionales fue quebrando las marcas que se arrastraban desde la última gran generación de tenistas argentinos -aquella de Jaite, Mancini, De la Peña y Pérez Roldán- en los comienzos de la década del 90 y hasta hitos de la época de Vilas y Clerc, lo que marcó un notorio y constante progreso.
Lo más importante del año ocurrió en el mes de junio, cuando Franco Squillari se convirtió en el primer argentino en llegar a una semifinal de Roland Garros en los últimos 18 años.
Además, al colocarse entre los cuatro mejores de un Grand Slam, Squillari logró algo que precisamente sólo habían alcanzado anteriormente Vilas y Clerc, y que ocurrió por última vez también en 1982, cuando el marplatense llegó a las semifinales del abierto de los Estados Unidos.
Desde ese año, sólo el título logrado por Gabriela Sabatini en el abierto de los Estados Unidos 90 y las finales que alcanzó en Wimbledon 91 y en el US Open 88, fueron los únicos resultados que superan lo logrado por Squillari en el abierto de Francia.
Durante el 2000, Squillari también ganó dos títulos del ATP Tour -Munich y Stuttgart- y logró que un tenista de la Argentina se quede con dos campeonatos en el mismo año, algo que no ocurría desde 1990 con Martín Jaite.
Además, ese mismo día que Squillari venció a Gaudio en la final de Stuttgart, Puerta perdió la definición del torneo de Umag (Croacia), con lo que por primera vez en la historia del tenis argentino tres jugadores definieron dos torneos simultáneamente.
Otra de las marcas que se quebró este año fue que desde 1991 no se conseguían cuatro títulos en un año, ya que a los que ganó Squillari en Munich y Stuttgart, se suman los triunfos de Juan Ignacio Chela en México y Mariano Puerta en Bogotá.
Junto con Squillari, que finalizó el año en un notable 14º puesto, el otro tenista que jugó en un gran nivel fue Puerta, quien además de ganar en Bogotá perdió otras cuatro finales -México, Santiago, Chile y Gstaad- y terminó el 2000 entre los 25 mejores del mundo. Una alegría que se opacó por la inminente operación de la muñeca izquierda que lo mantendrá seis meses alejado del circuito.
Dos juveniles que pisaron fuerte este año fueron Coria y Salerni, quienes se destacaron en su categoría; y Guillermo fue más allá y sobre el final de la temporada se quedó con cuatro torneos challengers y acumuló una serie de 20 partidos invicto.
Salerni tuvo un 2000 brillante, a lo largo del cual consiguió dos títulos de Grand Slam -Wimbledon y Estados Unidos- y perdió la final de otro -Roland Garros-.
Además Salerni marcó varios récords, ya que se convirtió en la primera argentina -tanto en varones como en mujeres- en ganar dos torneos de Grand Slam en un año y en arribar a tres finales en una temporada, todas en distintas superficies.
En tanto Coria apareció en forma fulminante en los torneos de la Copa Ericsson en Sudamérica al adjudicarse cuatro -Lima, San Pablo, Montevideo y Buenos Aires-, lo que le permitió dar un gran salto en el ranking y terminar el año en el puesto 88, luego de comenzarlo en el 729.
Coria demostró una desfachatez inusual en su paso por la Argentina, para alguien que se presentaba por primera vez en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, donde mostró un juego aguerrido y lleno de recursos.
Lo negativo llegó por el lado de la Copa Davis, en la que Argentina, luego de perder con Chile -la serie se suspendió por escándalo- y Canadá, se salvó de descender a la tercera categoría al ganarle a Colombia. Para el 2001 el objetivo será buscar el tan ansiado regreso a la máxima categoría.
De esta manera, el año que viene promete ser muy bueno para la cosecha de los argentinos, quienes también tendrán la posibilidad de mostrarse ante su público en un torneo grande, ya que el Buenos Aires Lawn Tennis será escenario de un campeonato del ATP Tour en febrero próximo.
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La Ciudad
