Austin, Texas. - George W. Bush ya ha escogido a la mitad de su gabinete pese a un período de transición abreviado por la incertidumbre generada tras las elecciones. Está tan satisfecho con los progresos que se tomará unas breves vacaciones navideñas en su finca de Texas antes de salir a pescar en la Florida con familiares.
La ley federal dispone 14 secretarios en el gabinete, y Bush ya llenó oficialmente seis de las plazas en poco más de una semana después que el vicepresidente Al Gore admitió su derrota. Hay un séptimo candidato a punto de ser agregado a la lista.
Además, cada presidente puede elevar varias de otras agencias u oficinas a nivel de gabinete. El presidente Bill Clinton agregó diez de ellas a su equipo. No se sabe si Bush hará otro tanto. Pero ya ha designado a tres en dichos cargos y dijo que uno -el titular de la Agencia de Protección Ambiental- permanecerá en el gabinete.
Los progresos de Bush son mucho más lentos que los de Clinton después de ser elegido en 1992, cuando tenía completos los 14 puestos básicos de su gabinete para esta altura del año. Pero por otra parte, Clinton no se vio afectado por la demora de cinco semanas que perjudicó a Bush.
Considero notable el ritmo de Bush para designar a su equipo, comentó Fred Greenstein, profesor de política de la Universidad de Princeton y autor de un libro sobre liderazgo presidencial. Este hombre presenta las características de alguien a quien le resulta fácil tomar decisiones, afirmó.
Pero el proceso de Bush parece entrar en un receso. Sus asistentes dijeron que no esperan anuncios hasta después que termine su estada en la Florida el jueves próximo.
Gran parte de sus colaboradores tendrán la primera pausa desde la prolongada campaña y la agotadora saga de los recuentos poselectorales. Algunos están buscando vivienda en Washington.
Queda lo más difícil
Por otra parte, completar la segunda mitad del gabinete podría resultar más difícil. La primera fue relativamente fácil empezando con la designación inicial de Bush: la de Colin Powell como secretario de Estado. Durante meses, Bush había manifestado esa intención. Otros elegidos fueron amigos íntimos y colaboradores estrechos, como el titular de su campaña, Don Evans, para secretario de Comercio. Otros fueron partidarios prominentes de su campaña con antecedentes valiosos, como Ann Venema para secretaria de Agricultura. Ahora viene la parte más complicada.
A medida que se conforma el gabinete, los grupos de interés miran con lupa para ver la orientación del nuevo gobierno. Otros observarán minuciosamente para ver si Bush cumple su promesa de formar un equipo variado. De los siete designados -seis puestos básicos del gabinete, además de la agencia ambiental- cinco son blancos, uno hispano y otro negro. Dos son mujeres.
La Ciudad
