Roldán. - Los padres del Instituto Paul Harris hicieron pública su indignación ante el cierre del colegio que no fue incorporado al sistema por el Ministerio de Educación de la provincia a pesar de reiteradas promesas. Asimismo por medio de una carta abierta al gobernador Carlos Reutemann le expresaron su impotencia y dolor y denunciaron que fue violado el derecho a la educación.
Los firmantes recordaron que las gestiones comenzaron hace cinco años y que el ministerio autorizó la apertura de los cursos y el desdoblamiento de los mismos completándose el año pasado los cursos desde nivel inicial hasta séptimo año de EGB con 290 alumnos.
Esta es una escuela encuadrada dentro de la gestión privada, pero los dueños siempre fuimos los padres de los alumnos, representados por una cooperadora que cobra una cuota voluntaria de 15 pesos, dijeron, y remarcaron: La escuela abarca un área que excede los límites de la ciudad y es la única no confesional de la zona, lo que por derecho nos encuadraría en la ley federal de educación, que establece que las autoridades de las unidades escolares pondrán a disposición su infraestructura edilicia para el desarrollo de actividades comunitarias y extraescolares, preservando lo atinente al destino y funciones específicas del establecimiento.
Acto de fin de escuela
La angustia de los padres tuvo su pico el pasado 6 de diciembre. Fuimos al acto de fin de escuela en lugar de fin de curso y con gran dolor vimos a nuestros hijos llorar negándose a abandonar a sus maestras, futuras desempleadas, así como sus aulas, compañeros y todo lo que con ilusión y empeño se construyó y fueron obligados a dejar.
Como padres denunciamos que han violado el derecho inalienable a la educación contemplado por las constituciones nacional y provincial, inscripto además en el Pacto de San José de Costa Rica y en la Convención de los Derechos del Niño, manifestaron.
En la misiva al gobernador se quejaron de que estos 290 alumnos deban amontonarse el año entrante en otras escuelas públicas perjudicando a toda la comunidad educativa de Funes y Roldán y criticaron que increíblemente en el año 2000 esté cerrando una escuela que su propio ministerio avaló para no justificar sus propios errores.
No permitiremos que el ahorro de su gobierno pase por los cambios traumáticos y la tristeza que le ocasiona su actitud a personas chiquitas, resumiendo el problema en un simple planteo matemático y económico, dijeron y agregaron: Nuestros hijos no son sólo un número.
El gobernador designó a (el ministro de Educación, Alejandro) Rébola, quien a través del subsecretario de Gobierno, José María Passegui, y su asesor Hugo Pérez, han estado entreteniéndonos tanto a los padres como a las autoridades de la escuela mientras pasaba el tiempo y llegara fin de año, denunciaron. En tanto remarcaron que estos funcionarios reiteraron en sucesivas oportunidades su intención de que estos niños siguieran estudiando en este colegio al límite de decirnos: vayan comprando el champán, nosotros le avisamos cuando lo descorchan, manifestaron indignados.
Nos estafaron moralmente
Más adelante consideraron que nos sentimos estafados moralmente, nos rompieron insensiblemente sueños e ilusiones que ustedes mismo crearon para luego desaparecer como arte de magia, negándose a atendernos y llegar así al último día de clases dejando todo en la nada, como siempre nos acostumbró el ministerio.
Los padres solicitaron al mandatario que revea su actitud y la de sus colaboradores y recuerde sus discursos donde dice: salud, educación y justicia son los deberes irrenunciables e indelegables del Estado. Asimismo le recordaron que la escuela podría seguir funcionando con menos de ocho mil pesos mensuales y le dijeron que tenga en cuenta que el presupuesto de educación de esta provincia es uno de los más altos del país.
Por último, enfatizaron que los padres del nivel EGB seguiremos siendo el eco de las voces de nuestros hijos y continuaremos luchando por defender a viva voz todos sus derechos entre los cuales se encuentra el de educarse dignamente.