Mauricio Tallone
Hoy es tiempo de sonrisas para Sebastián Cobelli. Lo pasado, pisado, parece haber adoptado como filosofía de vida. Convertido en una de las armas ofensivas del ciclo del Ruso Ribolzi, el delantero rojinegro logró desmentir la máxima que afirma que un goleador requiere de continuidad para mostrar sus cualidades, y por lo pronto, sólo le bastaron las últimas cuatro fechas del torneo Apertura para ganarse un lugar entre los titulares.
Para mí fue muy importante la confianza que me dio el Ruso Ribolzi en estos cuatro partidos. Si bien todavía no puedo hablar de continuidad porque recién jugué las últimas fechas como titular, lo importante es que tengo chances de mostrarme, dijo el rubio atacante en diálogo con Ovacion, consciente de que la llegada de Ribolzi obró como inflador anímico para su carrera.
A falta de sutilezas, Cobelli se sabe un obrero del área. Precisamente el esfuerzo y la perserverancia se convirtieron en sus aliados preferidos para sortear los golpes de la profesión y hoy se anima a proyectar un 2001 con trazos de ilusión.
-¿Qué palabra elegirías para describir el año que tuviste?
-Creo que fue un año atípico. No sólo por los inconvenientes personales que me tocó pasar, sino porque desde el punto de vista futbolístico recién a fin de año logré tener continuidad. A pesar de que arranqué jugando treinta y cinco minutos en aquel partido ante a San Lorenzo, no tuve demasiadas chances de demostrar mis condiciones. En ese momento el técnico (Andrés Rebottaro) no me tuvo más en cuenta y casi siempre quedaba afuera de la lista de concentrados. Igualmente no me puedo quedar, en líneas generales estoy conforme con lo que hice en estos cuatro partidos del ciclo del Ruso Ribolzi.
-¿Quedaste conforme con tu rendimiento porque volviste a la titularidad o lo decís realmente convencido?
-Estoy conforme porque tuve la oportunidad de convertir y eso para un delantero es importante. Pero me faltaba ritmo de competencia, me costó ponerme a la par de mis compañeros porque estuve mucho tiempo sin jugar.
-¿Sentís que fuiste uno de los jugadores más beneficiados con el cambio de entrenador?
-Seguro, pasé de no estar en la lista de convocados a integrar el equipo titular. Por eso no tengo palabras para agradecerle al Ruso Ribolzi lo que hizo por mí, se la jugó por un jugador que ni siquiera venía concentrando.
-¿Eso fue lo más importante que te pasó en el 2000?
-No, lo más importante fue haber reparado mi relación con la gente de Newell's. Creo que las cosas llegaron a buen puerto porque ambas partes entendimos que debíamos cambiar. Por mi lado comprendí que la única forma que tenía de demostrar mis condiciones era rompiéndome el lomo dentro de la cancha, y el hincha supo reconocer ese esfuerzo cuando ni siquiera estaba designado para concentrar.
-¿Arrancás el año nuevo con las mismas perspectivas que la temporada pasada?
-No, porque el año pasado sabía que no iba a jugar y al final se cumplió mi pronóstico. En cambio ahora la historia es diferente, Ribolzi me dio la oportunidad de mostrarme en estos cuatros partidos y me siento capacitado para estar dentro del equipo. Ahora sólo depende de mis actuaciones, y no como pasaba con Rebottaro que no sabía por qué no jugaba.
-¿Se puede esperar un Newell's versión 2001 peleándole el campeonato a Boca y River?
-Por lo menos esa es nuestra intención. Creo que el equipo terminó jugando aceptablemente, lo que pasa es que este año perdimos muchos puntos cuando arrancó el torneo y después no logramos recuperarlos. Más allá de que la idea para el 2001 es pelear bien arriba, debemos ser cautos e ir partido por partido.
-¿A qué apuntás cuando decís un equipo protagonista?
-La intención es que respeten a Newell's en todas las canchas y que los rivales se preocupen cada vez que tienen que enfrentarnos.
-¿Se puede aspirar a eso si el equipo sufre la venta de algún jugador?
-De ese tema prefiero no opinar porque le corresponde a la dirigencia. Pero tengo bien en claro que si se va algún jugador lo ideal sería reemplazarlo rápidamente con otro de las mismas características. Pero te repito, de esas cuestiones es mejor que hablen los dirigentes.
-¿Un sueño para el 2001?
-Que la gente de Newell's se sienta identificada con un equipo tanto adentro como afuera de la cancha.
-¿Y un deseo?
-Que el equipo sea respetado en todos lados. Quiero que los rivales digan hoy jugamos ante un rival complicado como Newell's.
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La Ciudad
