Cañada de Gómez.- La jueza en lo penal del distrito judicial Nº6 cañadense, Ana María Bardone, ordenó detener ayer a un miembro de la cúpula de la Unidad Regional X y también a un sargento que perteneció a esa fuerza, ambos acusados de encubrir al autor de un hurto calificado perpetrado en la zona sur de esta ciudad en enero de este año, al que ahora investigan por integrar una banda dedicada al robo de ciclomotores.
Las detenciones de estos efectivos se suman a la de otros dos policías, también de la Unidad Regional X, y a la del civil identificado como Diego González. Los procedimientos fueron realizados por el jefe de la división judiciales de la URX, Luis Leiva, uno de los pocos policías que actúan en Cañada de Gómez a los que Bardone deposita confianza para la realización de operativos.
Los policías detenidos fueron identificados como Carlos Magra, jefe de la Agrupación Unidades Especiales (AUE) y el sargento Juan José Cruz, quien dejó esa dependencia policial hace algunas semanas. Anteriormente Magra ocupó la jefatura de la comisaría segunda, ubicada en el extremo sur de Cañada de Gómez.
Ambos fueron imputados por haber brindado protección a Diego González, sindicado por la jueza Bardone como el autor de un hurto calificado. González es además investigado por integrar una banda dedicada al robo de motos y ciclomotores y para lo cual se hicieron cinco allanamientos y se secuestraron quince vehículos.
La zona liberada
Los operativos tienen como antecedente una serie de denuncias presentadas por vecinos de esta ciudad sobre el robo de vehículos. En cierto modo Bardone investiga también un modus operandi que involucra a policías en un hecho reciente de piratería del asfalto donde hay efectivos sospechados de haber dejado libre una franja de la ruta 9 para el accionar delictivo de piratas del asfalto.
Las detenciones fueron ordenadas por la Justicia tras descubrir un hecho de encubrimiento policial sobre un hurto calificado contra la propiedad ocurrido en la zona sur de Cañada de Gómez. En esa causa la policía retornó lo sustraído al damnificado, pero obvió incluir en el sumario al autor del robo por lo que en ese momento no pudo ser procesado.
Información cruzada recibida en la secretaria de Instrucción del juzgado cañadense a cargo de Jesús Rizzardi permitió determinar que Diego Gonzalez contaba con protección policial. Dentro del grupo de informantes, cuyas identidades son reservadas, figura la del propio damnificado de ese robo, que dio su testimonio sobre lo sucedido.
Paralelamente el juzgado inició otra investigación a raíz de una denuncia anónima que llegó al juzgado de Bardone. En forma inmediata ordenó una serie de allanamientos en talleres mecánicos donde secuestraron alrededor las motos de distinta cilindrada, motores y partes de motores que ayer seguían siendo peritadas.
Delito en colaboración
Este grupo de vecinos hicieron notar en diversas denuncias efectuadas que una decena de ciclomotores y una cantidad mayor de bicicletas desaparecen por mes y que un gran porcentaje de estos vehículos no eran recuperados por la policía. Este grupo denunció además la existencia de desarmaderos clandestinos.
González esta imputado de hurto calificado y falsedad ideológica, en tanto que los cuatro policías fueron acusados de encubrimiento y falsedad ideológica porque supuestamente colaboraban con González para que éste pudiera dedicarse a sus actividades delictivas.