Mil quinientas armas incautadas por la policía en diferentes procedimientos realizados en el sur de la provincia en los últimos meses fueron destruidas ayer a la mañana en una fundición de la localidad de Alvear en el marco de un operativo realizado por el Registro Nacional de Armas (Renar). A las 11 de ayer, escopetas de doble caño, revólveres de calibre 32 y 38 y pistolas de calibre 9, 40 y 44 incautadas a lo largo del año por la policía en acciones contra el delito fueron fundidas en un horno eléctrico de la empresa San Diego situada en el parque industrial de Alvear y pocos minutos después quedaron reducidas a acero informe. Las armas estaban almacenadas en el depósito del Poder Judicial de la 2ª Circunscripción. La medida calificada como habitual por el coronel Norberto Miguel Giordano, jefe del departamento Inspección y Verificación del Renar, se realiza en todo el país para que las armas no vuelvan nunca más a manos de los delincuentes, sostuvo el funcionario. Poco después de las 11 cuando las notas con los medios habían terminado, dos operarios que transportaban las armas en una carretilla se dirigieron hacia un horno eléctrico en medio de un galpón de grandes dimensiones. Una vez allí las descargaron en el suelo y después fueron introducidas en el horno. Entonces se puso en marcha el proceso conocido como colada: pocos segundos después el fuego y una densa humareda anunciarían que las armas habían sido destruidas y reducidas a acero. Por su parte, Raúl Bartolucci, delegado del Renar en Rosario, sostuvo que el espíritu del Registro es destruirlas (las armas) cuanto antes para que desaparezca cualquier posibilidad de que puedan ser colocadas en el mercado negro. Además Bartolucci indicó que el objetivo de la medida es quitarle la responsabilidad de la custodia al Poder Judicial y para que nosotros tengamos la seguridad de que el armamento no está en ningún lado.
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