El gobierno provincial lanzó ayer el llamado a licitación para la construcción de una nueva cárcel en cercanías de Rosario que tendrá capacidad para albergar en su primera etapa a 160 internos, para una vez finalizada alojar a 523 personas. El emprendimiento, cuya denominación será Complejo Penitenciario Nº11, deberá instalarse en alguna localidad ubicada en un radio de 45 kilómetros de distancia de los Tribunales Provinciales de Rosario y hasta ayer las candidatas más firmes para ese emprendimiento eran Timbúes, Piñero y Villa Gobernador Gálvez.
Como se prevé que la habilitación de la nueva cárcel demande dos años, este diario preguntó qué solución provisoria se brindará, hasta entonces, a la conflictiva situación en los penales policiales rosarinos, cuya urgencia se expresó dramáticamente en el motín que terminó con 13 presos muertos el 15 de noviembre pasado. Los funcionarios responsables respondieron que hay una serie de obras en curso, la mayoría refacciones de actuales dependencias carcelarias, destinadas a ese fin.
Ninguna administración provincial en los últimos cien años ha invertido tanto dinero para solucionar el sistema carcelario, afirmó el ministro de Gobierno, Angel Baltuzzi. El funcionario ubicó este proyecto en el marco de otras obras penitenciarias: las ampliaciones y remodelaciones en los penales de Coronda y Las Flores, en proceso de adjudicación, y la futura construcción de un penal en la Unidad Regional II, que sumados implicarán una inversión de 12 millones de pesos.
De acuerdo al cronograma oficial, el acto de apertura de ofertas se realizará el 15 de enero, pero no se brindaron fechas precisas sobre el comienzo de las obras. En este caso, el gobierno prevé una inversión superior a los 26 millones de pesos. El plazo estimado para su conclusión es de 540 días, a partir de la finalización del proceso licitatorio.
El proyecto para construir una nueva cárcel en la zona sur de la provincia no es nuevo. Pero recibió un fuerte impulso, precisamente, luego de la muerte de 13 detenidos de la seccional 25ª de Villa Gobernador Gálvez.
Baltuzzi anunció la licitación durante la inauguración de la sala de enfermería en la Unidad de Detención Nº3, de Riccheri y Zeballos, que contará con todo lo necesario para la internación clínica de seis personas. El titular de la cartera política estuvo acompañado por el subsecretario de Justicia, Carlos Carranza, y el director del Servicio Penitenciario (SP), Arturo Gandolla.
En la vieja Cárcel de Encausados, Baltuzzi señaló que las localidades que ya han expresado su voluntad de albergar a la nueva penitenciaría son Timbúes, Piñero y Villa Gobernador Gálvez, pero aclaró que puede surgir alguna propuesta con otra población.
En el Complejo Penitenciario Nº11 convivirán reclusos encausados y condenados. Es decir, compartirán las instalaciones las personas que se encuentren procesadas por un delito y que no tengan sentencia definitiva con otras que ya tengan condena firme. Es imposible, por la cantidad de presos que hay, que se puedan separar, argumentó Baltuzzi.
El ministro aseguró que la cartera de Hacienda ha asegurado las partidas de dinero correspondientes para la obra. Carlos Carranza, subsecretario de Justicia, afirmó que el gobierno provincial tiene planeado invertir en los próximos tres años 30 millones de pesos en el sistema carcelario, lo cual implica una fuerte decisión del Estado para solucionar el problema de las seccionales de Rosario.
Por su parte, la arquitecta Battaglia, de la Dirección Provincial de Construcciones y Equipamiento Social (Dipces), consignó que la nueva cárcel incluye la distribuciones de los internos en unidades minipenales autosuficientes. Eso, según la funcionaria, permitiría una distribución de detenidos dentro del penal de acuerdo a sus características.
Esas unidades serán cuatro, de acuerdo al proyecto conocido ayer. Cada una de esos mini penales tendrá capacidad para alojar a 160 internos y serán independientes unos de otros. La primera etapa de las obras incluirá la ejecución de tres de esas unidades, cuya capacidad superará las 500 plazas. Battaglia indicó que con la construcción del cuarto módulo, la población carcelaria del Complejo superará los 600 internos. Además de un sistema de calefacción, la arquitecta precisó que el edificio contará con un sofisticado sistema de seguridad.
Arturo Gandolla, director de SP, remarcó que su organismo incorporará 250 efectivos para cubrir el nuevo servicio. Esas vacantes fueron incluidas en el presupuesto oficial para el año próximo y prevé el ingreso de cien aspirantes a la Escuela de Penitenciaría en marzo y otros 150 en agosto.
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La Ciudad
