El cienasta rosarino Gustavo Postiglione, con El asadito, se dio el gran gusto de integrar cartelera cinematográfica local. Su película, basada en el recurso de la reconstrucción de lo cotidiano con varios personajes urbanos que comparten un asado el último día de 1999, tuvo una exitosa acogida en la avant premiere ofrecida en el Complejo Village primero y en la ofrecida en el mismo cine, en Buenos Aires, después. El realizador consiguió redondear un producto donde Rosario está presente en toda la película, aunque sólo se vea una mole de edificios que puede ser parte de cualquier ciudad, vista desde una terraza. Postiglione se convirtió en una grata sorpresa para todos y en una esperanza para los que luchan tozudamente para cristalizar su vocaciones artísticas.
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