El Papa criticó la Carta de los derechos fundamentales realizada por la Unión Europea (UE), la acusó de haber olvidado a Dios y de no ser bastante valiente en el ámbito de los derechos del individuo y de la familia. Su Santidad manifestó su decepción por el hecho de que no haya sido incluida en la Carta ni una sola alusión a Dios. Estas críticas fueron efectuadas en un mensaje al cardenal español Antonio María Javierre Ortas con motivo de una sesión académica del comité pontifical de ciencias históricas dedicado al 1.200º aniversario de la coronación del emperador francés Carlomagno. No se puede olvidar -recuerda- que es justamente la negación de Dios y de sus mandamientos lo que originó, en el siglo pasado, la tiranía de los ídolos, expresada en la glorificación de una raza, de una clase, del Estado, de la nación, del partido, en vez de la glorificación de Dios.
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