Washington. -George W.Bush es el nuevo presidente de Estados Unidos. El candidato demócrata Al Gore abandonó su pelea por la Casa Blanca anoche y reconoció el triunfo de su rival, el republicano George W. Bush. Esta noche, por el bien de la unidad del pueblo y la fortaleza de nuestra democracia, yo ofrezco mi concesión (de derrota), expresó Gore en un discurso a la nación. Que no haya ninguna duda, aunque estoy en fuerte desacuerdo con la decisión de la Corte, la acepto. Acepto que este resultado es final, expresó Gore. Previamente Gore se comunicó telefónicamente con el vencedor y lo felicitó por su victoria. El flamante mandatario estadounidense, una hora después que su rival electoral, también se dirigió desde el Capitolio de Austin, Texas, a los estadounidenses buscando cicatrizar las heridas luego de 36 días de un reñido escrutinio electoral. Bush asumirá su mandato el 20 de enero como el 43º presidente del país sucediendo a Bill Clinton.
Gore, quien habló desde la oficina ejecutiva de la Casa Blanca, pidió que Dios bendiga el gobierno de Bush y exhortó a los demócratas a trabajar para unir al país, que estuvo tan dividido en la elección más reñida efectuada en Estados Unidos. Hace unos minutos llamé a George Bush para felicitarle por su victoria y le prometí que esta vez no le volveré a llamar, expresó Gore en referencia a la noche del 7 de noviembre en que, tras felicitar al político republicano, volvió a telefonear para retractarse. Debemos estar todos juntos detrás de nuestro nuevo presidente, acotó Gore. El discurso del actual vicepresidente duró diez minutos.
La Corte ha hablado
Gore no ocultó cierta renuencia en admitir su derrota. La Corte Suprema de Estados Unidos ha hablado. Que no queden dudas, afirmó Gore, pese a que estoy en profundo desacuerdo con la decisión del tribunal, la acepto. El vicepresidente llamó a sus partidarios a unirse en respaldo a su rival republicano, Bush. Cerramos filas una vez ha concluido la contienda, anunció el candidato demócrata.
Aunque aún mantenemos -y no renunciamos a ellas- nuestras consideraciones al contrario, hay un trabajo más importante que llevar a cabo que la lealtad que le debemos a nuestro partido político. Esto es Estados Unidos y nosotros ponemos a la nación antes que al partido, dijo Gore. Nos mantendremos unidos detrás de nuestro nuevo presidente, agregó.
Detrás de Gore en su oficina de la Casa Blanca estaban su esposa, Tipper, sus cuatro hijos, su compañero de candidatura, el senador Joseph Lieberman, y su familia. Gore expresó que los 50 millones de votantes que emitieron su voto en favor de él y Lieberman el 7 de noviembre estaban decepcionados. Yo también lo estoy. Nuestra desilusión deberá ser superada por nuestro amor al país, señaló Gore desde un atril blindado, aunque sin el escudo presidencial.
Poco antes Gore hizo una muy esperada llamada de felicitación a su rival republicano y le expresó sus felicitaciones, dijo la portavoz de Bush, Karen Hughes. El gobernador le agradeció y le dijo que esperaba verlo el próximo martes, señaló Hughes. Bush cerró la conversación diciéndole a Gore: Espero trabajar con usted para sanar las heridas en el país.
Gore, que obtuvo unos 300.000 votos populares más que Bush, es apenas el cuarto candidato presidencial norteamericano en la historia que gana el voto popular pero pierde en el Colegio Electoral, al que constitucionalmente le corresponde seleccionar el presidente.
El último esfuerzo de Gore por lograr un recuento manual de votos en condados clave de Florida fue rechazado por la Corte Suprema en la noche del martes, que asestó el golpe definitivo a sus aspiraciones. El abogado de Gore, David Boies, declaró que no había nada más que hacer porque el máximo tribunal es árbitro final.Nosotros dijimos desde el principio que cuando la Corte Suprema falle, nosotros aceptaríamos su decisión, estemos o no de acuerdo. No hay donde apelar, expresó el letrado de Gore. El vicepresidente ha instruido a su comité de recuento suspender sus actividades, anunció el jefe de la campaña de Gore, William Daley.
La Ciudad
