Mauricio Maronna
Carlos Chacho Alvarez se vio obligado a romper el silencio autoimpuesto para bloquear la voz de los mercados que, cada vez con más fuerza, reclama un viraje más brusco del gobierno hacia la derecha y para intentar detener el plano inclinado que empiezan a mostrarle las encuestas. Fiel a su estilo, el ex vicepresidente irrumpió a full en los medios y generó que los títulos de algunos diarios de ayer quedaran, ese mismo día, irremediablemente viejos. La lectura del miércoles sobre el férreo apoyo de Alvarez a la gestión De la Rúa se vio eclipsada por las críticas del líder del Frepaso hacia la política social del gobierno y la falta de voluntad para combatir la corrupción. Pero el programa alternativo fue recibido con indiferencia en los niveles más altos del poder. Si el gobierno no acepta incorporar estas medidas, la Alianza se rompe, dijo a La Capital un diputado nacional frepasista. La visión del legislador por provincia de Buenos Aires no es compartida por los representantes del chachismo puro, quienes respiraron aliviados con la fulgurante salida mediática de su jefe político. Una muestra de la confusión que domina el paisaje de la confederación de centroizquierda Alvarez tiene en sus manos varios sondeos que reflejan que la Alianza perderá las elecciones legislativas del 2001, el repunte del justicialismo y la alarmante tendencia hacia la abstención electoral. Sus propuestas para crear un Ministerio de la Producción y unificar los planes sociales intentan provocar un viraje en el rumbo económico de la Alianza y desdibujar las criticas peronistas. Su nueva ofensiva contra los gastos de la política tampoco es casual: las denuncias por las coimas en el Senado de la Nación se escurren como agua entre los dedos. Que el impresentable Emilio Cantarero vuelve a ocupar su banca es mucho más que un episodio de la coyuntura. ¿Pero Alvarez puede lograr en soledad que el gobierno desoiga al establishment sin actuar en tándem con los radicales que comparten la visión crítica de la gestión presidencial? ¿Hasta cuándo se negará a compartir cartel con Raúl Alfonsín? Lejos de lo que opinan en público, los principales laderos del presidente De la Rúa desconfían del renovado embate mediático y creen que se trata de una nueva puesta en escena para intentar recuperar una buena porción de la imagen perdida. Más allá de las especulaciones, lo que Chacho busca es encontrar una respuesta a la gran pregunta que lo rodea: ¿cómo volver a empezar sin morir en el intento?
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