Tiene 33 años, está atravesando su 34ª semana de gestación y es HIV positiva. Este no es su primer hijo, pero debido a la enfermedad necesita que sea el último. En octubre, su abogada patrocinante, Fabiana Kohanoff, presentó un amparo ante la Justicia en el que pidió habilitación para que la mujer pudiera ligarse las trompas, un método anticonceptivo que no está reconocido por las leyes nacionales, pero que los especialistas consideran el más conveniente para pacientes que, como ella, padecen el virus del sida. El expediente entró hace dos meses en el Juzgado Civil y Comercial Nº15, a cargo de María de las Mercedes Serra, donde según indicó ayer a La Capital la abogada de la mujer hubo dos respuestas negativas a tratar el tema por entenderse que la causa era penal y no civil. Mientras tanto, para la mujer corre tiempo de descuento.
Lidia Sainz de Vicuña, la obstetra de la mujer, aseguró que el momento ideal para ligarle las trompas es durante los primeros días de enero. Es que para ese tiempo está programada la cesárea especial (de bajo sangrado) por la que su paciente dará a luz en la maternidad Martin. Ella fue siempre muy responsable con su tratamiento de HIV. No buscó el embarazo, pero decidió seguir adelante con él. No es sólo portadora, sino una enferma de sida, y volver a quedar embarazada sería perjudicial para su salud, subrayó la médica.
En provincias como en Río Negro y Mendoza la ligadura de trompas ya es un hecho a partir de fallos que sentaron precedente. En Santa Fe, la Justicia tiene todavía la última palabra.
La mujer, que estaba siendo tratada por HIV, llegó al consultorio de Obstetricia de Alto Riesgo del Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (Cema) cuando tenía dos meses y medio de embarazo. Reconoció que la gestación fue accidental, pero se planteó seguir adelante con el embarazo. No obstante, y como medida preventiva, decidió pedir ante la Justicia la autorización para ligarse las trompas.
La obstetra explicó que esta última decisión no es caprichosa. Es más, indicó que, de aceptarse legalmente, se sentaría una jurisprudencia que beneficiaría a muchas pacientes.
Para una embarazada con HIV es muy importante este método. Un Diu puede ocasionar un leve sangrado, lo cual no es conveniente en estos casos, y las pastillas anticonceptivas también van en detrimento de su salud, ya que sus hormonas disminuyen los efectos de los medicamentos antirretrovirales (contra el HIV), dijo Sainz de Vicuña.
La médica detalló el estado actual de salud de la mujer y de su bebé. Ya siente contracciones, tiene las plaquetas algo bajas pero está controlada. El bebé está bien, su crecimiento es acorde a la edad de gestación, sus latidos son normales y es muy movedizo, tanto que en la ecografía no dejó ver su sexo, indicó la especialista.
También explicó por qué es importante que la ligadura de trompas, en caso de ser permitida legalmente, se realice en momentos de la cesárea. Esta intervención no es común, tampoco se realiza de urgencia: está programada. Es importante ahorrarle a la paciente una anestesia, y aprovechar en el mismo tiempo quirúrgico los dos actos, dijo la médica.
Los no del juzgado
Acompañada de la historia clínica de la mujer, su abogada patrocinante, Fabiana Kohanoff, presentó el 17 de octubre pasado un amparo ante el Juzgado Civil y Comercial Nº15. La primera respuesta del tribunal nos dice que no es materia civil, sino penal, porque va en contra del Código Penal, pero al considerar que los amparos competen a la Justicia civil objeté la resolución planteando una revocatoria. Sin embargo, la jueza no hizo lugar: mantuvo su postura en cuanto a la competencia, sigue pasando el tiempo y el nudo gordiano de la cuestión nunca se tocó, dijo la abogada.
La profesional, luego de señalar que en Mar del Plata se autorizó la ligadura de trompas a una mujer hipertensa y madre de siete hijos, subrayó: El caso merece ser atendido. La Justicia debe expedirse, la mujer tiene razones más que suficientes para realizar su pedido, porque el caso podría llegar a la Corte, pero no hay tiempo.