La Capital
El ministro de Hacienda, Juan Carlos Mercier, manifestó ayer que había advertido a sus pares del gabinete acerca de una posible sanción por dumping a empresarios del sector lechero santafesino después de haber detectado que en una licitación para el Ministerio de Salud de Santa Fe, las compañías lecheras locales ofrecieron precios más elevados de los que normalmente se pagan en el mercado.
La afirmación desató una dura reacción de los empresarios lácteos, en momentos en que el gobierno de Brasil analiza la imposición de un sobrearancel a las importaciones de leche en polvo argentina como consecuencia de un dictamen oficial que indica que el producto ingresa a precios de dumping (por debajo del costo).
El titular de Hacienda encendió la polémica cuando recordó que durante una reunión de gabinete había advertido a sus colegas, especialmente a los que entienden del tema (en tácita referencia al ministro de Producción, Miguel Angel Paulón) que las firmas lácteas que habían participado de una licitación provincial podrían ser acusadas de dumping porque exportaban a precios inferiores a los que ofrecían al Estado.
En diálogo con La Capital, Mercier dijo incluso que en aquella reunión de ministros, el gobernador Carlos Reutemann instruyó a Paulón para que intercediera ante las empresas lácteas con el objetivo de que no tengamos que terminar comprándoles a firmas de otras provincias. Al parecer, eso sucedió en una licitación reciente, que fue ganada por una compañía bonaerense que ofertó un valor del 8% menor que sus competidores santafesinos.
Lamentablemente, la provincia de Santa Fe cumple con su ley de contabilidad cuando licita la compra de leche y resulta que nosotros no podemos bajar el precio a pesar de que compramos en grandes cantidades, dijo ayer el titular de Hacienda, y agregó: Después uno se entera de que el precio con que se le vende a Brasil o a quien fuere está por debajo.
Claro que este precio se lo cobran a los grandes compradores, y si se enteran en Brasil o donde fuere, van a decir que hay dumping, dijo.
Paulón rechazó el cuestionamiento: Las licitaciones son abiertas y pueden participar empresas de todo el país y si algún precio sale de lo común salta a raíz de lo que marca la competencia, así que no veo por qué hay que preocuparse, señaló.
Paulón dijo que hasta el momento no se pudo comprobar que en las licitaciones provinciales los precios sean superiores a las que hacen en otras provincias y aseguró que cumplió en su momento con la orden del gobernador de llevar el tema a las empresas lácteas.
Mercier entiende, no obstante, que la gestión de Paulón con las compañías no ha dado aún sus frutos: Yo digo esto porque me baso en los resultados de las últimas licitaciones, yo no tengo que hablar con las empresas, la relación con el aparato productivo es de Paulón y nuestro interés es que los productores de la región sean los que puedan obtener los mejores resultados en las licitaciones, dijo.
Paulón señaló, en cambio, que las compañías lácteas explican que la variación que puede existir entre un precio en el mercado interno y otro para exportación tiene que ver con la metodología de cálculo de los costos que se usa en uno u otro caso.
Otro trago amargo para el sector
Los empresarios del sector también reaccionaron frente a las declaraciones de Mercier: Justo cuando más necesitamos que nuestros funcionarios nos acompañen, Mercier nos reta por algo en lo que además está equivocado, dijo ayer un empresario que prefirió mantener el anonimato.
En tanto, Hernán Zambón, gerente general de Milkaut, dijo que la fijación de valores para una licitación no difieren de una provincia a otra pero aclaró que de existir oscilaciones entre un precio y otro están justificadas por la confluencia de distintas variables que pueden estar jugando en una y otra compulsa como plazos de pago, forma de entrega, etc.
Respecto de la lictación a la que particularmente se refirió Mercier y que fue ganada por una compañía de la provincia de Buenos Aires denominada Suipachense, Zambón señaló que en el caso de esta firma el precio presentado puede haber sido más bajo ya que al no tener permiso para exportar pueden permitirse concesiones porque necesitan colocar toda su producción en el mercado interno.
Si Mercier hace comparaciones con los precios de exportación no debe olvidarse que al gobierno se le vende la leche fraccionada y la de exportación va en bolsas. Además, la venta a la provincia, por más que no tenga IVA, incluye tomar como costos los créditos fiscales a la materia prima y envases, explicó.
El ministro de la Producción, a su turno, señaló que es posible que influya en la diferencia de precio el hecho de que a la provincia se le entrega el producto fraccionado, e incluso con cucharita dosificadora, además de que el peso es de 800 gramos y no de un kilo, que es la norma.