Darío Lopérfido confesó que odiaba la función de portavoz presidencial. Es un error pensar que la política de comunicación de un gobierno la hace un funcionario, subrayó. Consideró que las fallas comunicacionales del gobierno, admitidas por el propio jefe del Estado, Fernando de la Rúa, son consecuencia de una política de austeridad que dificultó la difusión de algunas acciones. Creo que hubo problemas de comunicación, pero éste debe ser el gobierno de América latina que menos gastó en publicidad institucional. Respecto a su sucesor, Ricardo Ostuni, consideró que se ha mejorado mucho, porque este gabinete es mejor que el anterior .
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