Dos formaciones de carga se encontraron frente a frente

Causó estupor un episodio ferroviario que pudo desencadenar una tragedia

El hecho se registró en un ramal de Sastre por un posible defecto del sistema de cambios de un desvío

Luis Emilio Blanco

Sastre. - Una aparente falla técnica ferroviaria ocurrida recientemente podría haber sido la causa de una tragedia, que afortunadamente no se produjo. Dos trenes de carga avanzaron por la misma vía en sentido contrario, y sólo la capacidad y atención de los maquinistas permitió que la catástrofe no tuviera lugar, ya que lograron detener a tiempo ambos convoyes, a escasos metros uno del otro, según testigos. En la práctica el choque no se registró pero en teoría resultaría lo mismo, por cuanto la separación entre las máquinas resulta insignificante y dejó en evidencia la falta de seguridad y de personal para tareas tan esenciales como el simple cambio de vías, que ahora se hace por medios computarizados. Como saldo, el hecho además de estupor deja serias dudas sobre el funcionamiento en torno a la actividad ferroviaria en la Argentina.
Los dos trenes de carga circulaban en sentido contrario sobre la misma vía del ramal General Belgrano. A la altura del kilómetro 473, en el distrito Sastre, se encontraron frente a frente y detuvieron la marcha luego de persistentes bocinazos que se prodigaron ambos maquinistas para evitar el desastre que resultaba inminente.
Según un ex ferroviario, los trenes circulan normalmente desde San Francisco (Córdoba) hasta Rosario y viceversa con vía libre y sin estaciones intermedias habilitadas.
Luego del encuentro, el tren que avanzaba hacia Rosario debió retroceder algo más de un kilómetro hasta llegar al desvío ubicado en la estación de Sastre para dar lugar a que la formación con destino a San Francisco siguiera su camino. Para accionar el cambio de vías descendió un operario de cada locomotora y con la colaboración de dos vecinos pudieron forzar el sistema, en evidente estado de abandono.
Las posibles consecuencias del encuentro fueron minimizadas por el maquinista del convoy que circulaba hacia Rosario al asegurar que normalmente no sobrepasamos los sesenta kilómetros de velocidad, en un intento de justificar que la baja velocidad atenuara el efecto de los impactos.
En el ramal donde se registro el hecho se puede observar que en los últimos meses se experimenta un notable incremento en la frecuencia de trenes en ambos sentidos, lo que aumenta la posibilidad de que este tipo de situaciones se repitan o de accidentes de diversa índole.
Esto es así si se tiene en cuenta que clausuraron todas las estaciones intermedias, despidieron al personal de mantenimiento de vías y guardabarreras, lo que deriva en un marcado deterioro del tendido ferroviario que acrecienta las posibilidades de accidentes, sostuvo el ex empleado del ferrocarril, quien durante años se desempeñó como jefe de estación.

Los convoyes aparecen detenidos en un sector que existe una sola vía.