Jerusalén. - El primer ministro israelí, Ehud Barak, presentó oficialmente ayer su renuncia al presidente Moshe Katzav, tras 17 meses de gestión, y dos horas después fue nombrado candidato laborista para las próximas elecciones que se celebrarán en un plazo de dos meses. Según la legislación israelí, la renuncia sólo entrará en vigor en el plazo de 48 horas. Paralelamente el ex primer ministro Benjamin Netanyahu lanzó su candidatura e instó al Parlamento a completar procedimientos legales -la autodisolución de la Knesset- para que pueda participar de los comicios.
A fin de restaurar la seguridad para los ciudadanos israelíes, para cada hogar, madre y niño en Israel, y para establecer un gobierno fuerte y estable que unirá a la nación, declaro mi candidatura al liderazgo del partido Likud y al cargo de primer ministro de Israel, anunció Bibi Netanyahu. La única posibilidad que tiene el ex premier de participar en los comicios es que el Parlamento se autodisuelva. Entonces las elecciones serían para legisladores y primer ministro. Netanyahu perdió las elecciones en mayo de 1999 frente a Ehud Barak cediendo su escaño en la Knesset.
Candidato al instante
Dos horas después de que el primer ministro Barak oficializará su renuncia a la jefatura de Estado, un congreso extraordinario del partido Laborista decidió por unanimidad que Barak sea el candidato en los comicios que tendrán lugar en un plazo de dos meses. El ex primer ministro Shimon Peres, uno de los principales críticos del jefe de gobierno en sus propias filas, no tomó parte en la votación. Barak había anunciado su decisión de dimitir en un discurso televisado el sábado, que dejó sorprendidos a aliados y opositores.
Tras entregar el documento de su renuncia, Barak indicó que se decidió por las elecciones anticipadas para obtener de la nación un nuevo mandato para respaldar la senda política que sigo y en la que creo. En vista de la situación de emergencia en que se encuentra Israel a causa del conflicto con los palestinos y ya que no le fue posible formar un gobierno de mayoría desde que la Knesset (Parlamento) aprobara el pasado 28 de noviembre la convocatoria de elecciones anticipadas, la solución era la renuncia, expresó Barak.
Bajo tales circunstancias, sólo aquellos que tienen un escaño en el Parlamento pueden competir por el puesto de primer ministro. Netanyahu no es miembro de la legislatura, y por tanto, no puede presentarse como candidato. Y aunque Barak obtuvo una gran victoria frente a Netanyahu hace 18 meses, enfrenta problemas para una reelección. Muchos israelíes se sienten cada vez más desilusionados con su liderazgo en medio de la violencia que socavó las negociaciones de paz con los palestinos y ha causado más de 300 muertes desde septiembre.
Analistas y políticos israelíes comenzaron de inmediato a considerar la posibilidad de reformar la ley electoral, para permitir que Netanyahu u otro que no forme parte del Parlamento pueda presentar su candidatura para primer ministro. Barak expresó que apoyaría tal propuesta, pero es poco probable que esa propuesta sea aprobada antes de las elecciones planeadas para febrero. Será imposible cambiar la ley a tiempo para que «el ciudadano Netanyahu» pueda competir. Por lo que la medida de Barak tendrá éxito afirmó el analista político Hanan Crystal.
Molestia palestina
El dimitido primer ministro, que hasta las elecciones permanecerá al frente del gobierno provisional israelí, señaló que el proceso de paz entre palestinos e israelíes tendrá que abandonarse hasta después de los comicios. Por su parte, el líder palestino Yasser Arafat expresó su indignación por la paralización de las conversaciones: Esto significa que las conversaciones de paz se paralizarán hasta que terminen las elecciones y ésta no es la primera vez que las conversaciones se retrasan. Esperamos que el proceso de paz no se vea afectado, pero tendremos que esperar y ver, afirmó Arafat a su regreso a Gaza de Arabia Saudita. Barak es famoso por no llegar a acuerdos y por perder el tiempo, sentenció el líder de los palestinos.