La Empresa Provincial de la Energía (EPE) utiliza en seis centros de distribución de Rosario y uno de Casilda elementos que poseen un compuesto altamente tóxico denominado PCB. Así lo admitió a La Capital el subinterventor de la firma, Sebastián Chiola, quien se apresuró a remarcar que para el primer semestre del 2001 serán recambiados en su totalidad. El PCB -bifenilos policlorados- es una familia de compuestos químicos que pueden producir alteraciones a nivel mental en los niños, distintos tipos de irritación en la piel, caída del cabello y trastornos en la fertilidad. Al calentarse por encima de los mil grados genera dioxina, una sustancia altamente cancerígena. No obstante, desde la EPE minimizan la cuestión. El material está dentro de unidades selladas y no representa ningún riesgo para los vecinos ni para los operarios, aseguró Chiola.
Hasta ahora, los funcionarios de la EPE habían negado sistemáticamente la presencia de este compuesto en los transformadores que utiliza la empresa, pero habían omitido decir que sí lo utilizan en los capacitores (instrumentos que mejoran el rendimiento de la red eléctrica). Estos elementos se encuentran confinados dentro de centros de distribución de acceso restringido al público.
Los equipos no están expuestos en la vía pública, ni colgados de una estructura. Están instalados en centros de distribución a los que accede únicamente el personal de la empresa, señaló Chiola, al tiempo que enfatizó que cada capacitor está herméticamente sellado. El funcionario fue enfático: Descarto totalmente que fallen.
Helio Gallo, docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), opinó que los capacitores deberían ser retirados por el riesgo que implican. El PCB se utiliza como aislante y a la vez refrigerante, pero es sumamente tóxico, señaló.
No obstante, el profesional destacó que el capacitor es un elemento cerrado. Si no tiene una pérdida o explota no ofrece ningún riesgo, pero si eso se produce, puede contaminar el ambiente.
Para el ex docente universitario Carlos Ferrari, en tanto, el PCB dentro de los capacitores puede implicar riesgos, pero bajo muy determinadas condiciones, como una hipotética explosión o incendio.
En la misma dirección se orientó la opinión de José Barcia, ex docente de la cátedra de Materiales Eléctricos en la Facultad de Ingeniería de la UNR. Si no hay derrame, no hay riesgo, indicó.
Dónde están
A la hora de establecer los lugares donde el PCB reside en Rosario, Chiola admitió que los seis centros de distribución que poseen capacitores con ese compuesto se encuentran en Ovidio Lagos y Montevideo, Dorrego y Ocampo, San Martín al 3800, Mendoza y Buenos Aires, Moreno y San Luis, y Ombú y Arijón. A esta lista le agregó además un centro de distribución en Casilda.
Una fuente de la EPE que no quiso identificarse aseveró a La Capital que son 150 los capacitores que contienen ese material en Rosario. Consultado al respecto, Chiola no pudo confirmar ni negar esa cifra. No lo puedo precisar, admitió.
Cada capacitor tiene dos kilos de material aislante y ese material está embebido en un pequeño porcentaje de PCB, indicó el funcionario, al tiempo que puntualizó que los aparatos están desconectados. Se utilizan sólo en los momentos en que hace falta incorporarlos para bajar las corrientes reactivas de algún cable, explicó. Sin embargo, funcionarios de la EPE manifestaron que sacarlos de circulación en verano es difícil. En esta época todo ayuda para mantener el servicio y evitar cortes. Para los médicos del Laboratorio de Toxicología Experimental de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR, el hecho de que estén desconectados no modifica las cosas: el riesgo sigue presente, advirtieron (ver aparte).
No obstante, y en un intento por reafirmar la seguridad que rodea a estos elementos, Chiola explicó que ocupan un lugar independiente dentro del centro de distribución. No están en el mismo lugar donde se encuentran las celdas de media tensión, los alimentadores o los distribuidores, indicó.
Si bien el funcionario descartó en todo momento una hipotética falla de estos capacitores y un eventual riesgo para vecinos y operarios, no ahorró energías a la hora de anunciar su recambio total. A partir del primer semestre del año que viene no habrá más capacitores de este tipo, señaló, y destacó que los nuevos elementos son fabricados sin PCB.
Los capacitores que se recambian son llevados al exterior para su eliminación, ya que sólo hay tres lugares en el mundo donde se destruyen: uno en Inglaterra, otro en España y otro en Italia, indicó el funcionario, y agregó, Hemos hecho una licitación privada con las empresas autorizadas para el transporte del material, que supongo que ya debe estar adjudicada. No obstante, técnicos de la empresa expresaron que el traslado aún no se adjudicó.
La decisión de cómo realizar la licitación, si de manera pública o privada, demandó un debate interno entre los funcionarios de la empresa energética.
Bajo análisis
Chiola señaló además que los operarios que trabajan en los centros que tienen capacitores con PCB fueron sometidos a distintos exámenes con resultados altamente satisfactorios. Se realizaron estudios a través del Conicet y el Hospital Centenario que confirmaron que el PCB no les produjo ningún inconveniente, indicó.
Por último, el funcionario reafirmó la idea de que todo elemento que pueda implicar algún riesgo será recambiado, pero volvió a despejar la posibilidad de que se produzcan eventuales accidentes. Los capacitores pueden ser potencialmente riesgosos, pero para eso se tiene que prender fuego media manzana, sentenció.